Gecas alquiló dos aviones Embraer 145-145MP (MSN 145408 EC-LCP y 145441 EC-LDB) el 11 de junio de 2009 al Operador Aéreo Ándalus SA (Ándalus Air). Desde noviembre de 2009, la aerolínea española no ha satisfecho sus obligaciones financieras con Gecas. El 22 de enero de 2010, Gecas envió notificaciones de impago, seguidas de requerimientos de inmovilización el 11 y el 24 de febrero.
Rescisión de alquileres
Finalmente, el 3 de marzo de 2010, Gecas notificó la rescisión de los alquileres debido a la falta de pago del arrendatario. El importe de la deuda a 28 de febrero de 2010 era de 611.552,71 dólares. También se emitió un aviso de rescisión de los seguros.
A pesar de las notificaciones de rescisión, el arrendatario se negó, según añadieron fuentes del sector, “a dejar en tierra o entregar los aparatos”, aunque siguió explotándolos “ilegalmente”. Ante la negativa del arrendatario a devolver los aparatos, este diario ha podido conocer que Gecas ha emprendido acciones legales en España y Gibraltar con fecha 10 de marzo de 2010.
GE Capital Aviation Services (Gecas) es un negocio internacional de financiación y alquiler de aviones comerciales con una flota de más de 1.800 aparatos utilizados por alrededor de 245 aerolíneas en más de 75 países.
Por otra parte Ándalus tampoco iniciaba con buen pie su andadura en Gipuzkoa. La llegada de la aerolínea andaluza, que a partir de ayer iba a ofrecer una conexión diaria de Hondarribia con Madrid y Barcelona, excepto los sábados, se retrasa también con toda seguridad hasta el 19 de abril.
Hay que resaltar que el avión utilizado en esta nueva ruta era el mismo que operaba entre Madrid y el Peñón, que proseguiría su trayecto hacia el norte aprovechando el servicio.
El aterrizaje de Ándalus en Hondarribia era una de las noticias más esperadas por los usuarios del aeropuerto guipuzcoano, donde Iberia opera sin competencia desde julio de 2008, cuando Spanair abandonó el aeropuerto. De hecho, su inminente llegada se había traducido en un descenso notable del precio de los billetes para volar a ciertas horas. Por ello, la noticia del retraso hasta el 19 de abril de los vuelos de Ándalus, que se presenta como una compañía “cuyo objetivo es operar con seguridad y regularidad”, sentó como un jarro de agua fría.
La situación que se ha vivido en el Peñón en ciertas ocasiones con retrasos y cancelaciones sin aviso a los usuarios, se está viviendo en otro aeropuerto operado por la misma compañía. La noticia de que los vuelos han quedado temporalmente suspendidos, ha causado decepción en el Gobierno de Gibraltar, aunque fuentes del Ejecutivo señalaron que “se trata de decisiones comerciales que no están bajo su control”.
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