María Luisa de Orleans, sobrina de Luis XIV, el conocido Rey Sol centra la novela Nadie podrá quererle como yo, en la que se entremezclan la historia, la intriga y el misterio. Un posible envenenamiento que pudiera haber provocado su muerte o el papel desconocido de Carlos II el hechizado son varias de las cuestiones que nos descubre la nueva novela del escritor y abogado jerezano Juan Pedro Cosano.
¿Cómo llega Juan Pedro Cosano a esta madurez literaria que ahora alcanza?
–Hablar de uno mismo no es fácil. Yo siempre he sido muy exigente tanto en lo que hago como conmigo mismo. Cuando he editado un libro y lo vuelvo a leer, siempre me he quedado con alguna reticencia; lo podría haber escrito mejor, no me gustaba algo… con este libro me he quedado muy satisfecho, no solo por la trama sino por la propia literatura que se usa y la realidad es que ha tenido una buena aceptación. Ha sido una novela que yo he elegido, no ha sido un encargo, lo que me ha dado mucha libertad a la hora de escribir.
¿Dónde encuentra la inspiración o la motivación para estas novelas historicistas?
–A mí me encanta la historia, desde que tengo uso de razón me ha gustado la lectura y sobre todo la lectura sobre momentos históricos. Soy un enamorado del imperio de Roma y la historia de esa ciudad. He ido escribiendo sobre diferentes momentos de la historia. Aquí fue la editorial quien me pidió que escribiese sobre un personaje interesante, con intriga y misterio del que no se hubiera escrito nada. Ahí fue cuando me encontré con María Luisa de Orleans que era sobrina del Rey Soly, que murió muy joven, según se rumoreaba en la corte de la época, envenenada. Me encuentro junto a ella a Carlos II, del que tenía una impresión de que había sido un rey nefasto, y para mi sorpresa cuando me acerco a su figura, me encuentro con que fue un buen rey que mantuvo el imperio español y con un escenario magnifico del Madrid de los últimos Austrias. Todo esto me llevó a tejer la novela con el aura de intriga que requería.
Dentro de la investigación previa que ha llevado a cabo para la construcción de ‘Nadie podrá quererle como yo’, ¿qué personaje histórico ha encontrado más interesante?
–Haciendo abstracción del rey Carlos, el 90% de los personajes que discurren por las páginas de esta novela son personajes reales, desde el Duque de Frías a la Reina Madre, entre otros muchos, son todos reales.
Entre todos ellos quizás sea la persona de Francisco Antonio de Bances y Cándamoque era el dramaturgo real que hoy en día es una figura totalmente desconocida pero que en su día fue muy importante; tanto fue así, que sucede a Calderón de la Barca en el puesto de dramaturgo real. Se ha escrito muy poco sobre él, una de las únicas cuestiones que se saben es que murió tiroteado. Yo no lo conocía y efectivamente era un autor importantísimo en la época y que actualmente hay profesores universitarios y amantes de la literatura que están intentando rescatar su obra.
A lo largo de las páginas de esta novela podemos descubrir cómo la muerte de María Luisa de Orleans fue algo que interesó a las grandes potencias. Es otra demostración de que la historia se repite, ¿no?
–No había caído en la comparación de intereses con personajes como el de Lady Di, la historia de España está llena de envenenamientos en la monarquía. Yo no creo que sea algo cíclico ni creo en lo que dijo la duquesa de Alburquerque a María Luisa de Orleans que creía que la sopa estaba envenenada cuando lo único que ocurría es que a la cocinera no le salió del todo bien ese día la sopa. Los españoles no somos de matar a nuestros reyes…
¿Qué personaje jerezano podría protagonizar una novela de esta tipología?
–A nivel de familias reales, no. Pero en Jerez sí ha habido o merecen una novela. Una de mis anteriores, La fuente de oro, ambientada en el mundo bodeguero de los años 30 y 40, está inspirada en un personaje real de la época.
¿Y del Jerez actual?
–Pretender contemplar con ojos del presente lo que nuestros hijos o nietos quieran contemplar de estos años que ahora vivimos es complicado, me cuesta trabajo vislumbrarlo. Yo he conocido a José María Ruiz-Mateos y su vida da para más de una novela, desde la fundación Rumasa hasta los años más modernos. Sobre Lola Flores, que mucho se ha escrito como artista, se podría escribir aún más sobre su vida personal, de la que muy poco se ha escrito. Jerez genera personajes suficientes para que muchos centren una novela.
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