“Ha sido una sexta ola muy fuerte en el número de contagios pero no tan potente en el impacto hospitalario”. En estos términos hizo balance ayer el director general del Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra, Miguel Ángel Ortiz, sobre la incidencia de esta nueva oleada de positivos que acusa Jerez y todo el país después de casi dos años de pandemia y desde las pasadas fiestas navideñas. Afortunadamente, tal y como puso de relieve, en esta ocasión, a diferencia de hace un año, cuando la tasa también superaba el millar de casos, el incremento de los contagios, ahora más disparados que nunca, no ha tenido su reflejo en la hospitalización, que está aguantando la presión asistencial.
“El hospital se ha defendido bien. El impacto ha sido fuerte en Urgencias pero no ha tenido ni mucho menos la hospitalización que ha habido en otras olas. Ha habido camas de sobre en todo momento; en UCI ha habido en torno a 5 y 10 pacientes, que es bastante menos de lo que había en momentos peores de otras olas, y en hospitalizaciones en torno a 40 y 50 pacientes que los ha absorbido sin ningún problema el hospital. De hecho el hospital ha seguido funcionando con normalidad”, aseveró.
Más complicado ha sido lidiar con la sexta ola en los centros de salud, tal y como reconoce Ortiz. “Esta sexta ola ha tenido un impacto muy fuerte principalmente en Primaria, que son los que han sufrido más directamente la situación; ha habido mucha más presión asistencial, mucho contacto y mucho contagio; los servicios epidemiológicos han estado prácticamente desbordados y Primaria también”, señaló, tras resaltar la “profesionalidad” y la “atención” prestada e una época “especialmente complicada como la Navidad. Creo que ha funcionado razonablemente bien”, concluye.
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