En concreto, las incidencias se están produciendo en las comunicaciones íntimas, en las que los familiares se están negando a pasar los correspondientes controles de seguridad previos a la entrada a dichos contactos.
La situación es nueva, ya que es hace tres semanas cuando los familiares de los internos de la banda criminal están adoptando esta postura, que obliga a la dirección del centro a denegarles la comunicación con sus familiares.
El procedimiento es el mismo que se lleva a cabo con todos los presos comunes del centro algecireño, por lo que no se adopta ninguna medida restrictiva con estos familiares, muchos de los cuales realizan un viaje desde el País Vasco para visitar a los internos de la banda.
Dicho procedimiento se aplica para las comunicaciones conocidas como vis a vis, que suponen un contacto directo con el preso y en las cuales se deben extremar las medidas de seguridad.
En estos casos no sólo se aplica un escáner previo a su entrada a las habitaciones donde se realizan las entrevistas, sino que los funcionarios también extreman la precaución realizando cacheos a los visitantes, similares a los que se producen en otros recintos de seguridad como los aeropuertos.
Es a estos cacheos a lo que se niegan los familiares de los presos etarras, lo que está provocando que en las últimas tres semanas la dirección de Botafuegos opte por denegarles la entrada a las comunicaciones íntimas.
18 internos
Actualmente, la banda terrorista ETA cuenta con 18 integrantes recluidos en el centro penitenciario de Botafuegos, 15 hombres y 3 mujeres, algunos de los cuales forman parte del núcleo considerado como duro de la formación criminal.
Entre los que cuentan con un historial más delictivo se encuentra José Miguel Gaztelu, uno de los cuatro etarras que participó en el secuestro y reclusión en un zulo del funcionario José Antonio Ortega Lara durante 532 días. De la rama dura de la banda es también Inmaculada Noble Goicoetxea, ex novia del activo etarra José Ignacio De Juana Chaos.
De los últimos integrantes de ETA que engrosan la lista de internos de Botafuegos es Asier Larrinaga, otro miembro activo de la banda, relacionado con el atentado de la T4. Su detención fue la primera que se llevó a cabo tras la ruptura de la tregua en 2007.
Otros presos etarras en la cárcel de Algeciras han estado rodeados de polémica por acontecimientos que sucedieron cuando ya se encontraban en prisión. Es el caso de Mikel Benaito, al que Instituciones Penitenciarias dio un premio de 150 euros en un campeonato de ajedrez; o el de Arantza Garbayo, que fue elegida txupinera de la Semana Grande de Bilbao, pero en lugar de estar presente en los actos se colocó un cartón con su imagen, ya que ella estaba recluida en Botafuegos.
También están internos en Algeciras Xabier Abaunza (incluido en la lista de terroristas muy peligrosos de Estados Unidos), Mikel Arrieta, Arkaitz Bellón, Mikel Egibar, Josetxo Etxeberría, Javier Martínez, Gorka Loran, Inmaculada Pacho y Jon Piriz.
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