Jaén

“Pioneros fue un aprendizaje porque la música es un arte vivo”

En Cultura VIVA, José Antonio Morales, empresario de la emblemática tienda 'Discos Pioneros', que este 2020 hubiera cumplido cuarenta años de actividad

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  • José Antonio Morales. -

Llegó a la capital hace cuatro décadas para subir la persiana de un negocio que aún hoy, a pesar de llevar seis años cerrado, es mítico por lo que significó para los jiennenses durante 34 años de actividad empresarial relacionada con la música, pero también por su apuesta por la vida cultural.

José Antonio Morales (Madrid, 1956) recuerda como “una locura” su llegada a Jaén, una huida del estrés que no estaba dispuesto a seguir experimentando en su ciudad natal, donde ya vendía discos en un quiosco del rastro. Buscaba una ciudad tranquila y encontró en Jaén un lugar para hacer realidad su sueño, “convertir un hobby en un negocio” y abrir la primera tienda especializada en música de la capital, Discos Pioneros.

“Llevo la música en mi ADN desde muy joven. Mi experiencia empresarial ha sido maravillosa porque mi negocio era mi hobby. El camino no fue de color de rosa, pero la acogida fue extraordinaria a nivel personal y de negocio. Soy un jiennense más. Jaén me lo ha dado todo y la sociedad jiennense siempre estará en mi corazón”, agradece.

Y él en el de todos. Tanto, que con motivo del 40º aniversario fundacional de Discos Pioneros (31 de marzo), se están promoviendo acciones en forma de homenaje, algunas pendientes de celebración, como la colocación de una placa conmemorativa en el local de la famosa esquina que encuentra la Avenida de Madrid con la de Granada y que recordará: ‘Aquí estuvo Pioneros’. Sí está activa una acción comercial, promovida por su hija, la empresaria Lucía Morales, que junto a Joaquín Machuca (Bomborombillos), promueve el movimiento #SomosPioneros, una iniciativa para fomentar el consumo local, siendo pioneros en su ámbito. Por cada compra, los comercios adheridos entregan una tarjeta ‘pioneros’ y al reunir diez, el cliente es recompensado. “Con cada compra de disco regalaba una tarjeta y al reunir diez, regalaba un disco”, recuerda Morales, agradeciendo el guiño a su estrategia empresarial.

No descarta escribir un libro, animado por su hija. “Cuando agite el almacén de mi memoria, saldrán cosas muy interesantes”, dice, refiriéndose a cuarenta años de “anécdotas personales y de Pioneros”. Reconoce: “Algún día lo lograré porque tengo muchas anécdotas que contar sobre la evolución del negocio, la gente que he tenido trabajando, los clientes y amigos, los artistas, las discográficas, la evolución del formato desde el vinilo, el casete, el CD y la convivencia de todos”.

Hablador y extrovertido, en su negocio, “el trato personal se convirtió en una costumbre” y lo primero que instauró entre sus clientes fue el saludo, un buenos días o un buenas tarde que poco a poco fue desembocando en conversaciones interminables. “Pioneros era un punto de encuentro de personas, de clientes que no sólo acudían a comprar, sino también a charlar, a cambiar expresiones sobre artistas, discos, estilos de música o instrumentos. Era un aprendizaje permanente. La música es un arte muy vivo, que evoluciona. Había una relación personal muy bonita. Muchos clientes han sido amigos. He aprendido de todos y muchos me descubrieron”, explica.

Y es que su afán fue transmitir su conocimiento y experiencia. “He tenido la suerte de ver conciertos de toda índole, a los grandes en estadios y a los más modestos en clubes. He estado en estudios de grabación y he tenido relación personal con artistas. Todo me lo ha dado Pioneros”, agradece.

Le gusta “todo tipo de música”, aunque hay estilos que apenas oye. Empezó con el rock de finales de los sesenta y el jazz, evolucionando hacia el rock sinfónico. “Las enormes variantes del rock y del jazz son las que más me han llenado musicalmente. Descubrí la música clásica tarde y me ha encantado”, explica.

Pink Floyd, Bruce Springsteen, Génesis, Rolling Stone, Sabina y Serrat han marcado la banda sonora de su vida. “La música me da la vida. Siempre vuelvo a ellos, sin despreciar al resto”, explica un hombre “muy curioso”. Dice: “El negocio me demandaba estar al día de todo tipo de estilos, para transmitir mi conocimiento a los clientes y que encontraran de todo”. Se refiere a “los mayores de 30 años”, porque los más jóvenes “no acudían a comprar”.

Asegura que en la música, “el disco era un regalo socorrido todo el año, gustaba a todo el mundo, pero con la llegada de la piratería, perdió valor cultural y musical”. Y es que “la evolución de la tecnología hizo que se fuera despreciando y hoy, los porcentajes de venta física son muy bajos”.  Recuerda: “Desde 2008, las unidades de discos que vendía era muy pequeña”. De ahí que diversificará en sus tres locales en la capital para “sobrevivir”, hasta 2014. “La vida comercial está fatal. Siento tristeza al pasear por la zona centro y ver locales vacíos y cerrados”, lamenta.

De la mano de SECOT, colabora aportando su experiencia. “Trato de contribuir apoyando iniciativas empresariales para que Jaén, que lleva muchos años en la cola, no se distancie demasiado del resto de ciudades”, explica.

Más allá de en Pioneros, con los músicos de la tierra se relacionó en la radio, durante 36 años ante el micrófono de Radio Jaén.  “Le estaré eternamente agradecido a la radio porque me ha dado mucho. En los 80’ y 90’ hubo una explosión musical en Jaén. Había muchos grupos interesados en tocar y se grababan discos. Hasta hace doce años, ha habido buena inquietud musical en Jaén. Siempre ha habido talento musical, también motivados por los festivales de la provincia, que han hecho que se animaran a querer ser como los ídolos que se subían al escenario. Musicalmente, Jaén siempre ha tenido inquietudes. Desde que no tengo la tienda, estoy muy desfasado sobre la vida musical de la ciudad.”, termina.

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