Jaén

Hacia una provincia sostenible

Las propuestas para luchar contra el cambio climático, hoy en 'Jaén 2020'

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  • Voluntarios de la Asociación GEA sembrando bellotas contra la desertización en La Imora -

Un pagón de media hora en los edificios públicos ha sido el principal gesto simbólico con el que la Diputación de Jaén y varios ayuntamientos de la provincia han querido contribuir a la 25ª Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) celebrada durante las dos últimas semanas en Madrid. Por lo demás, las propuestas locales de desarrollo sostenible apenas han ido más allá de plantaciones de árboles, actividades escolares o una marcha por el clima por la Vía Verde.   En todo caso, una carta de presentación demasiado humilde para intentar aproximarse a los  objetivos de la ONU sobre el Cambio Climático; la reducción de gases del 45% para 2030 respecto de 1990 y que todos los países desarrollados anuncien un compromiso de neutralidad de carbono para 2050. Eso sí, los políticos no han querido dejar pasar la oportunidad para dejar constancia de la situación de emergencia climática: “Andalucía tiene que ser vanguardia en la revolución verde porque nos encontramos al sur del sur, en una tierra afectada especialmente por el cambio climático”, llegó a decir la consejera andaluza de Agricultura y Medio Ambiente, Carmen Crespo.

Ahora bien, ¿está haciendo bien sus deberes la provincia de Jaén? Al menos  en la utilización de energías renovables parece claro que el camino a seguir es aún muy largo. La provincia tiene una demanda bruta de energía de algo más de 3.000 GWh (gigavatios hora), el 7,46% del total de Andalucía. Pero la producción bruta de energía se situó en 1.767,1 GWh, destacando que el 33,18% de esta producción fue de origen renovable. Llama la atención que en la provincia la producción renovable supera a la no renovable debido principalmente a la carencia de infraestructuras de producción eléctrica como centrales térmicas, nucleares o ciclos combinados. “Esto pone de manifiesto la carencia de fuentes de generación de energía fósil en la provincia de Jaén, y también debe hacer reflexionar sobre la necesidad de potenciar las energías renovables en una provincia con un elevado potencial de ellas, sobre todo solar y biomasa, aunque también eólica, si bien ésta puede experimentar un menor desarrollo, como consecuencia de la existencia de numerosas figuras de protección medioambiental”, señala el CES provincial en su memoria del último año. Del total de fuentes de energía renovable, un 35,2% corresponde a la biomasa, un 32,73% a la hidráulica, un 26,74% a la solar fotovoltaica y un 4,89% a la eólica. La provincia cuenta con tres plantas de biomasa localizadas en Villanueva del Arzobispo, Linares-Baeza y Andújar, un conjunto de centrales hidráulicas distribuidas por diferentes comarcas de la provincia y un único parque eólico en la  Sierra del Trigo, en Sierra Mágina. Claro que el peso de las energías renovables en la provincia difiere mucho según la tecnología empleada.  En biomasa, la provincia cuenta con 39 MW frente a los 228,0 existentes en Andalucía, un 16,23% del total. Aquí también existe un potencial de crecimiento importante aunque en ese caso supeditado a los desarrollos normativos y a las políticas de fomento, así como a la mejora de las infraestructuras energéticas. En la biomasa para usos térmicos (calefacción, agua caliente sanitaria –ACS-, usos industriales, etc.)  la provincia cuenta con una potencia de 608,50 MW, un 34,28% del total andaluz.

En el terreno de las emisiones, el punto negro de la provincia jiennense se localiza en Villanueva del Arzobispo, un municipio de algo más de 8.000 habitantes que desde 2012 viene superando todos los valores intermedios y del valor guía de la Organización Mundial de la Salud y en muchos momentos se ha sobrepasado el valor límite diario en la atmósfera de partículas PM10 para la protección de la salud humana.  La particular orografía de la localidad ubicado entre dos sierras, provoca la concentración de partículas PM10 de forma especial durante el invierno, cuando entran en funcionamiento las chimeneas. Este problema ambiental ha llevado a la Comisión Europea a incluir a España dentro del procedimiento de infracción por el incumplimiento de las obligaciones que impone la directiva relativa a los valores límite de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y óxidos de nitrógeno, partículas y plomo en el aire ambiente.

Y un sector al que se  le abren muchas incógnitas tras la Cumbre del Clima es el del plástico, que en Jaén tiene mucha fortaleza hasta el punto de que aporta ya un PIB cercano al del olivar y el aceite de oliva, con 1.400 millones de facturación anual. Un campo que genera 10.000 empleos directos e indirectos y que concentra casi una cuarta parte de todas las empresas en Andalucía, principalmente en los municipios de Martos, Alcalá y Alcaudete, aunque con Valeo como principal y más destacado embrión industrial. El Centro Tecnológico del Plástico, Andaltec, con sede en Jaén y todo un referente en Andalucía, tiene en marcha varias líneas estratégicas para el desarrollo de nuevos materiales plásticos así como la investigación en nuevos materiales plásticos biodegradables que intentan sintonizar con las demandas  de la ONU en este tema. Entre las recomendaciones que el CES provincial hace para avanzar hacia un desarrollo sostenible  destacan los incentivos para fomentar la incorporación en los procesos productivos de las empresas de tecnologías con bajas emisiones de gases de efecto invernadero; impulsar la bioeconomía y la economía circular por las enormes oportunidades que presenta; y también difundir las ventajas de la biomasa como fuente de energía de origen renovable a través de actuaciones de divulgación y formación en colaboración con instituciones públicas, centros de formación e investigación y agentes económicos que operan en el sector.

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