“Las serias dudas de Ciudadanos hacia el PP en Castilla y León le aproximan al PSOE”. “El PSOE ofrece a Ciudadanos la alcaldía de Murcia a cambio de gobernar en la comunidad”. Los vetos cruzados no desaniman a los alcaldables socialistas que dependen de Ciudadanos para culminar su ascenso al poder. Podrá imponerse la política de bloques en materia de pactos, pero toda regla tiene sus excepciones. Principia la feria ‘chica’ de Jaén, la de la Virgen de la Capilla, patrona y alcaldesa mayor, la única y verdadera, mientras algunos de los concejales electos se afanan en trazar cuantos castillos en el aire les permitieran finalmente formar parte del nuevo gobierno del Ayuntamiento. Javier Márquez, a quien la acusación de avestrucismo o tancredismo que pudiera desprenderse de ‘El Expositor’ de la pasada semana no encajó bien, acentúa su presencia pública, ya sea en la presentación que hizo Lorenzo del Río de la memoria 2018 del TSJA o en el homenaje a la Brigada Guzmán el Bueno X en la plaza de Santa María. Quienes ganaron insuficientemente el 26M saben que, al tener la mano, un escenario sin pactos les otorgaría la investidura. En semejante sinvivir, entre el ser y la nada, la insoportable levedad del ser, de ser alcalde después de todo o empezar a hacerse el cuerpo de no serlo cuatro largos años en Diputación, se debaten actualmente, para sus adentros, los cabezas de lista del PSOE de Jaén y Linares, Julio Millán y Daniel Campos, confiados en la incapacidad de sumar de PP y Cs.
En el punto de partida de la semana decisiva, el entorno de Cuqui muestra sus miedos ante la posibilidad cierta de que PSOE y Cs, sea por acción u omisión, ya lo tengan todo hecho. Una estrategia retorcida que pretende, con la propalación del rumor interesado, vencer la resistencia de la gente de María Cantos a un acuerdo tripartito, con PP y Vox, al estilo del que posibilitó la alternancia en la Junta de Andalucía. Ciertamente, tras más de cuatro meses de cohabitación sin torcer el gesto, de arrumacos, confidencias y complicidades entre azules y naranjas en el gobierno regional, los hipotéticos pactos locales de PSOE y Cs harían prácticamente irrespirable la actual atmósfera de colaboración. Complementariamente, para ahondar en el enredo, es ahora, esta misma semana, cuando Pedro Sánchez procura ahormar, a través de alianzas parlamentarias, la mayoría que le permita ser investido, nuevamente, presidente del Gobierno. Bien es cierto que, afortunadamente para ellos, para cuantos negocien pactos en Madrid que nos conciernan a todos, Jaén es una más del montón, una capital de provincias casi olvidada, a la que no llega la alta velocidad ferroviaria (Que Renfe acabe de poner a la venta los billetes del AVE a Granada tiene, inevitablemente, por aquí, que oler a cuerno quemado) y adonde cualquier autovía que nos atraviese tarda una eternidad en construirse. Es decir, estamos acostumbrados a callar y a pintar poco en la toma de decisiones.
Para mayor desconsuelo de Márquez y allegados, el resultado cosechado por Cuqui en las recientes elecciones municipales le ha hecho perder de golpe esa aureola de ungido por las altas instancias del aparato casadista, predicamento que favoreció su ascensión a la presidencia nacional del Consejo de Alcaldes, así como su designación como primer aspirante jienense al Senado. ¿Cuál sería el futuro cercano del alcalde en funciones si este sábado no resultara reelegido? La dirección provincial de su partido, con Juan Diego Requena –revalidó mayoría absoluta en Santisteban del Puerto- y Miguel Contreras –concejal electo por Bedmar-, a la cabeza, continuará remando claramente en su contra, en tanto él mismo debería de decidir si la portavocía del grupo municipal responde a su perfil. Con el casadismo tocado del ala (derecha) y la cohorte del virrey Juanma Moreno poniéndosele ya, a las claras, de medio lado, sólo le quedaría el reducto de la cámara alta para sostenerse a flote en medio de la adversidad. Un panorama nada edificante que, no obstante, podría experimentar un giro de 180 grados si Ciudadanos favoreciera, por fin, los acuerdos a tres bandas con PP y Vox. “Ciudadanos levanta el veto a Vox en Madrid y Aguado se reúne con Monasterio”. “Ciutadans levanta el veto a Vox mientras Valls da su apoyo a Colau”.
Entretanto, en los confines de la provincia de Jaén, la posibilidad cierta de pactos contra natura para impedir el gobierno de la lista más votada, barrunta para la mañana del sábado, 15, un carrusel deportivo de investidura muy especial que condicionará respaldos ‘in extremis’ en función a lo que suceda en otros terrenos de juego. Ojalá que, aun así, en ningún consistorio surjan sospechas de goles en propia meta y amaños.
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