Para esta semana había pensado en escribir sobre la necesidad prioritaria de que Jaén tenga una Concejalía de Medio Ambiente, sin otras funciones adosadas, que se ocupe de todo el medio natural de la ciudad y del territorio, de la lucha contra el cambio climático y de las tareas de información y sensibilización ambiental de la ciudadanía de Jaén; también pensé en dedicar este espacio privilegiado a proyectar una reflexión, la enésima, sobre las zonas verdes de la ciudad, y al hecho de que la misma empresa que se dedica a la poda de los árboles (abusiva demasiadas veces) sea la misma que luego barre las hojas y frutos que se caen de los mismos.
Pero después de participar como miembro del jurado del VII Concurso de Balcones, Patios y Jardines que organiza la asociación de voluntariado GEA, me decanto por hablar de jiennenses ejemplares, los de la asociación de vecinos “Entre Cantones”, de la zona de El Almendral, que tuvimos ocasión de visitar para evaluar jardines inscritos en el Concurso, y donde nos enseñaron cómo están embelleciendo el barrio con maceteros y jardineras hechas con neumáticos viejos, trabajados con diseños ingeniosos y bellas decoraciones. El resultado es que en este barrio humilde, de casitas pequeñas y calles empinadas, los vecinos están creando rincones deliciosos con plantas cuidadas y hermosas, sin más ayuda que sus manos y su determinación.
Nos impactó, no sólo el hecho en sí, realizado al margen de los cauces petitorios habituales (en un genuino acto “anti-sistema”), sino el orgullo e ilusión que se veía en los rostros de hombres hechos y derechos, cuando nos enseñaban el resultado de esta iniciativa.
Al margen de muchos que calladamente se creen “ciudadanos ilustres”, estos vecinos sencillos, de un barrio sencillo, seguramente con una larga lista de necesidades, me parecieron jiennenses ejemplares, que deciden dedicar su tiempo, esfuerzo y recursos a embellecer su barrio.
La ejemplaridad en un ciudadano/a no está en sus pensamientos sesudos, en sus tuits agudos o en la popularidad con que saluda a su paso por la calle, sino en el esfuerzo altruista que dedica al bien común. Y podríamos citar muchos ejemplos desde la callada acción cotidiana de las asociaciones de vecinos, que en más ocasiones de las que sospecha el común de la ciudadanía, son la primera línea de apoyo social para mucha gente. Ellos son los jiennenses ejemplares, espejo en el que deberían mirarse tantos políticos.
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