Andalucía debería dar más de lo que indican las encuestas al PSOE en este 28A. El crecimiento que se le adjudica supondría recuperar la primera posición en esta comunidad, como casi siempre ha ocurrido, aunque puede que sea un avance insuficiente para consolidar una mayoría cómoda a Pedro Sánchez. Y debe quedar claro desde ya que si no logra cumplir las expectativas, no cabe echar la culpa al empedrado o , lo que es lo mismo, la supuesta escasa colaboración de Susana Díaz. La estrategia a seguir, la configuración de las listas y hasta el tono bajo que caracteriza la campaña del secretario general, es responsabilidad directa de la dirección federal del partido. Si no es así, convendría que lo hicieran ver cuanto antes. Luego, una vez abiertas las urnas, no valen excusas.
Andalucía debe aportar más al PP al que todas las encuestas apuntan hacia un notable declive. Ni siquiera la presencia de los populares en la Junta surte el efecto deseado. El Presidente, Juan Manuel Moreno, no puede hacer milagros máxime cuando le hacen unas listas de candidatos que provocan rechazo y desafección entre los suyos. Todo es poco para frenar la caída. Ni siquiera la fórmula aquí ensayada del tripartito conformado con Cs y Vox sirve de estímulo para incentivar el voto popular. Tiene que haber preocupación en San Telmo en donde el más que posible fracaso de Pablo Casado si es que, al final, ni siquiera puede contar con una mayoría alternativa a la izquierda, dibujaría un escenario lleno de incertidumbres para Moreno.
Andalucía podría dar más para Cs dado que su presencia en el gobierno andaluz es la mejor plataforma soñada para proyectar una imagen certera de solvencia y capacidad de gestión. Pero está por ver que por sí sola esta circunstancia sea la adecuada en una opción en la que la marca sigue estando muy por encima de unos candidatos desconocidos y sin apenas perfil. En cuanto a Unidas Podemos, de Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, tendrán, igualmente, muy complicado revertir el descenso que se le augura en los sondeos. Su líder, Pablo Iglesias, no ha pisado Andalucía en esta campaña mientras que Alberto Garzón bastante tendrá con obtener un digno resultado en Málaga, circunscripción por donde se presenta. Sobre Vox, ya se sabe que fue Andalucía en donde se estrenaron en la autonómicas pero, también, esperan sus promotores que sea esta tierra la que le dé el empujón definitivo para situarse, nada menos, que como cuarta fuerza política. Sí, en general, todos esperan más de Andalucía y los andaluces, por su parte, claro que, de igual modo, esperan más de ellos. Por de pronto, que, al menos, en la campaña se ocupen de sus preocupaciones antes que del asunto catalán o del debate sobre el debate . Por esperar que no quede.
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