Con el tam tam de fondo de los tambores electorales se ha reavivado en casi todas las fuerzas políticas andaluzas una pasión desaforada por las esencias, un concepto socorrido en el que caben muchas cosas. El mejor ejemplo lo tuvimos la semana pasada, cuando el principal partido en el Gobierno de la Junta, el PP, se esmeró en mostrar su mejor cara en tres cuestiones simbólicas de las que dicen que dan votos: la caza, los toros y las hermandades y cofradías.
Es mencionar este trío de temas y que, inconscientemente, aparezca Vox. La formación ultraconservadora se hizo con la bandera de las esencias en las pasadas elecciones autonómicas y, aunque la cuestión merecería un estudio a fondo, lo cierto es que la sensación es que esto le hizo ganar no pocos votos. Así que, con excepción de Adelante Andalucía, el resto de formaciones se han lanzado con más o menos disimulo a una carrera para atraerse a estos votantes. Con estos temas no se juega, es la sensación que se ha instalado en la política andaluza, porque lo menos que te puede pasar es que pierdas votos.
Así que el PP se ha puesto en modo defensor de las que se suponen que son nuestras más arraigadas tradiciones, y no lo ha hecho de una manera precisamente tímida, porque en sólo una semana le ha dado a los tres palos principales: cacería, toros y cofradías.
Así, por un lado, ha anunciado que las rehalas y monterías van a ser declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), y por otro ha dejado claro que se impulsarán medidas legislativas en beneficio de la tauromaquia, sin descartar “una posible ley integral”. Las palabras son del consejero de Presidencia, Elías Bendodo, que reiteraba en el Parlamento que la Junta le va a dar a los toros su apoyo “sin complejos y con todas las consecuencias”.
Respondía Bendodo así a una exigencia de Vox, cuyo parlamentario Eugenio Moltó le cantaba a la tauromaquia diciendo que seguirá existiendo “mientras haya toros bravos que le den su sentido, mientras haya hombres con la suficiente valentía para desafiarles y mientras haya lugares donde existan pueblos con la suficiente sensibilidad para comprender la belleza de esta confrontación”. Así está el nivel del debate.
También en el Parlamento la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, avanzaba que se va a abrir una línea de subvenciones para la restauración y conservación del patrimonio religioso. Unas obras de arte, resaltaba, que en su inmensa mayoría está en manos de cofradías y hermandades.
Semana Santa electoral
El PP es el mejor termómetro de cómo nadie quiere líos con estos temas, pero se trata de una cuestión transversal. El propio PP, Cs y PSOE ya dejaron claro que no harán campaña en Semana Santa, conscientes de que cualquier acto se les puede volver en contra. A Vox no hay ni que preguntarle, y Adelante bien que se cuidará de grandes alardes esos días, de hecho algunos de sus candidatos ya han dicho que se estarán quietos.
Voces principales del PSOE andaluz se han llevado las manos a la cabeza cuando la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que si por ella fuera no habría ni toros ni caza. Y el otro día, el alcalde de la localidad sevillana de El Cuervo echaba a todos los concejales de su gobierno y se quedaba solo porque no quisieron respaldar una moción de apoyo a la caza. Lo dicho, aquí nadie quiere ni media broma con las esencias.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
