Cuando uno contempla lo que ocurre en torno a la gestión burocrática de lo que concierne a la conservación patrimonial en la ciudad no puede evitar el gesto de extrañeza. Y aunque caben muchos ejemplos, voy a centrarme en dos situaciones que vienen ocurriendo. Por un lado, la capilla de Ntra. Sª de las Lágrimas en La Merced. Desde hace tiempo vemos cómo la bóveda encamonada de este espacio viene mostrando un descuelgue que tiene por consecuencia desprendimientos y pérdidas de material. El peligro de colapso total o parcial existe. La Cofradía de los Estudiantes, de la mano de la Parroquia, viene promoviendo desde el pasado julio un proyecto de urgente restauración de la misma y se ha topado de lleno contra el muro de la burocracia. Urbanismo traslada el expediente a Cultura (Junta) aunque estos ya han dado verbalmente su opinión sobre el asunto. Les quedan meses para llegar a ese expediente, pero la iglesia no está protegida como BIC y por lo tanto ellos no tienen más competencia que trasladar de vuelta dicho expediente para que se pueda otorgar licencia de intervención. Ante esto en Urbanismo ni se dan por enterados. Pese a advertirles de la incoherencia administrativa que puede tener por consecuencia la pérdida total del bien que supuestamente pretenden conservar. Mientras, parece que se interesan por asegurar la protección de nuestro Patrimonio, pero a la vista de toda la ciudad vemos cómo una fachada protegida de la calle Hurtado viene sufriendo estos días la amputación de los elementos arquitectónicos que justificaban dicha protección. La vulgarización de su arquitectura es ya absoluta. Esa fachada no contaba tampoco con protección BIC, o sí al pertenecer al Conjunto Histórico, pero sea como fuera sí que estaba catalogada por la normativa municipal en vigor que debía haber impedido esa actuación. Cuál es el grado de interés que se tiene realmente en Urbanismo cuando se retrasa un proyecto como el de la capilla de la Merced si día sí y día también se pisotea el PEPRI, se entiende que con apariencia de legalidad. Tomen nota -que está de moda- los candidatos alternativos a Márquez – del que poco podemos esperar ya- de la necesidad de cambiar el rumbo de la gestión patrimonial si aún queremos hacer algo valioso por esta ciudad. Y mientras tanto, tiremos los demás de plegarias en la iglesia, que es el irrespetuoso consejo que una funcionaria de Urbanismo le espetó al Hermano Mayor de Los Estudiantes al interesarse por acelerar esta cuestión.
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