Un pregón lleno de sentimientos de un cofrade que vivió el origen de la Hermandad de La Estrella, que nació en el barrio de La Alcantarilla y que se dirigió ayer desde su tribuna con un pregón que recordó que las personas son “lo más importante de las hermandades”.
El vicepresidente de la Agrupación de Cofradías y Hermano Mayor de la Hermandad del Silencio, Diego Montiel, ha ofrecido el XXXVI Pregón de Exaltación a María Santísima de la Estrella, en el teatro Darymelia. Presentado por la pregonera del año pasado, Elena Bautista, ocupó su tribuna con el nervio de un cofrade que expresaría recuerdos y vivencias desde su infancia, con un pregón estructurado en dos partes.
Se dirigió al barrio de La Alcantarilla, su barrio de niño, donde se crió y desde donde vivió la refundación de la Hermandad. “La cofradía se ha hecho barrio y el barrio, cofradía. Es la mayor cofradía de barrio de Jaén”, declaró a VIVA.
Su intervención fue una expresión devota a María Santísima de La Estrella, centrándose en la figura de la Virgen como Madre de Dios y en su maternidad divina como la base de toda advocación. En su pregón hubo pasajes en los que la Virgen fue la dueña de sus palabras, pero también el Cristo, incluso su madre, con el pasaje ‘Madre de Dios’.
El cierre musical lo puso la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad.
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