Editorial Jaén

¿Cómo construir la capitalidad?

No todo vale para llenar autobuses. Jaén es una ciudad amable para vivir y debemos luchar por mejorarla, sin dejar de sentirnos orgullosa de ella

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La capitalidad no solo se construye a golpe de talonario. La capitalidad requiere de un sentimiento de orgullo, ni ególatra ni excesivamente modesto, que debe abanderarse cuando el pesimismo y el victimismo, muy de esta tierra, se eleva sobre el umbral de la dignidad como pueblo. De la denuncia a la mentira hay una estrecha línea que plataformas ciudadanas como Jaén Merece Más (JM+) no deben sobrepasar. El reciente informe hecho público por la fundación de una entidad bancaria al que JM+ se ha referido en los últimos días usándolo como bandera para llamar a los jienenses a la protesta en Madrid no refleja la realidad que todos conocemos. Es mentira que Jaén sea una de las peores ciudades para vivir, lo digan cuantos informes quieran, que no es el caso, porque se compara a la capital con otras como Granada o Córdoba, en situaciones similares. No todo vale para llenar autobuses ni las protestas en Madrid deben convertirse en una disputa para ver qué capital o provincia lleva más gente. No llenemos la España vaciada de consignas estériles. Jaén, como estas otras regiones debe pedir lo que se le debe, lo hurtado durante décadas, pero siempre, manteniendo la dignidad y la cara muy alta, porque Jaén, además de bella, es una ciudad muy amable para vivir, de las que más de España. ¡Viva Jaén!

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