La planificación de la pretendida Ciudad Sanitaria de Jaén ha sufrido los mismos avatares que los intentos fallidos del nuevo PGOU, uno en 2007-2011 con Peñalver de alcaldesa y otro con Fernandez de Moya y Márquez 2011-2019. En una parcela entre Las Lagunillas y el Hospital Neurotraumotológico. En primera línea de fachada, era la propuesta de izquierdas, en el vial que hay frente al Centro Comercial de la Loma, y bien atrás en la propuesta de la derecha. En ambos casos la accesibilidad siempre sería mediante vehículo motorizado, pues a los peatones nos queda a un mínimo de 3,5 km del centro.
No entendí nunca este empeño compartido por las fuerzas políticas de sacar el Hospital de la ciudad, al igual que hicieron antes con el campo de futbol, el pretendido pabellón cubierto, los centros comerciales o la intención de una intermodal alejada. Algo que se vuelve contra el modelo de ciudad compacta y próxima. Pretenden vender modernidad y no deja de ser una paletería, pretenciosa y derrochona, de aparentar lo que no somos. De imitar a los grandes, cuando nuestra grandeza está en el tamaño tan llevadero, próximo, económico y seguro que tenemos.
La situación actual del Centro Hospitalario de Jaen en la carretera de Córdoba es inmejorable, nos permite acceder a pie a más del 80% de los usuarios, además se encuentra a escasos 15 minutos de la Estación de Autobuses o de Renfe y con el aparcamiento Avenida en la misma puerta. Autobuses y tranvía próximos. Es un ejemplo de movilidad sostenible.
Pretender una Ciudad Sanitaria en el extrarradio sería acabar definitivamente con la capitalidad, pues es la sanidad la única actividad que con seguridad se mantendrá a salvo de las nuevas amenazas. A diferencia de las gestiones ante la Administración en peligro por la tele gestión, y el comercio local amenazado por las compras online y los grandes centros comerciales. Comercio que se aferra como un salvavidas al flujo de visitantes que el centro hospitalario genera y que de sacarlo fuera, perderían.
Entendemos que el edificio actual es insuficiente, la vergonzosa y tercermundista tercera cama es su mayor exponente. Desconocemos si la edificabilidad de la parcela da más de sí, yo me atrevo a decir que si, que una ordenación del espacio que fue creciendo por impulsos sin planificación ampliaría sus posibilidades.
Hay una solución más ambiciosa que nos permitiría mantener la Residencia Sanitaria en el centro y es anexionarle la parcela del Cuartel de la Guardia Civil. Una Casa Cuartel con problemas de habitabilidad dada la antigüedad del edificio y con dificultades para garantizar la propia seguridad. Sería una magnífica ocasión para construir una nueva Casa Cuartel moderna, accesible y segura además de bien comunicada, en la zona de expansión de la ciudad, facilitando así la construcción de una Ciudad Sanitaria en el solar actual.
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