Socia fundadora de la Asociación Provincial de Coros y Danzas de Jaén ‘Lola Torres’, es desde la década de los sesenta directora del grupo de baile, una etapa en la que comenzó su labor investigadora sobre el cante, la danza y la indumentaria de Jaén y su provincia, convirtiéndose en una experta en el folklore de esta tierra.
Pilar Sicilia de Miguel ofrece este martes, 15 de enero, el Pregón de la Fiesta ‘Noche de San Antón’, en el Teatro Darymelia, a las 20 horas. Reconoce que se sorprendió al recibir la invitación y que aunque en un principio dudó por no sentirse preparada, se decidió porque es un altavoz a “toda una vida” dedicada a la investigación. “Ofreceré mis vivencias en las lumbres de San Antón, desde la década de los cincuenta y hasta que cumplí los 20 años, y me basaré en la temática de los melenchones”, adelanta.
Nacida en Madrid en 1940, llegó a la capital a los nueve años de edad, al barrio de La Merced. “Mis raíces están en Jaén”, dice. Ese verano se instaló en su barrio la Asociación ‘Lola Torres’, con la que entró en contacto con el folklore. “Jugaba en la plaza de mi barrio, donde por primera vez oí cantar y tocar la rondalla. Me encantó. Me escondía para que no me echaran y miraba cómo bailaban. La música la he vivido en mi casa”, recuerda.
Lola Torres fue su profesora y la eligió entre las alumnas para que se aprendiera los pasos y los enseñara al resto de compañeras. En 1962 la nombraron profesora de la Escuela y hasta hoy está dirigiendo el grupo de danza. “Me citaba en su casa y me enseñaba los pasos. Vio en mis aptitudes. Así empecé, con sólo diez años”, recuerda.
Sin embargo, nunca se ha dedicado profesionalmente a bailar. Antes de ser funcionaria de la Junta de Andalucía, fue instructora de Educación Física en colegios jienenses. Con ‘Lola Torres’ ha llevado el nombre de Jaén por el mundo y lamenta que “fuera se valora más que en Jaén la labor de una Asociación que trabaja para que perduren las tradiciones” y Jaén tenga una identidad. “He luchado por revitalizar las lumbres de San Antón y para que no se olviden los melenchones. Es la tradición que más ha perdurado en Jaén. Los políticos opinan que para Jaén es beneficioso la celebración en sábado, pero para quienes protegen sus tradiciones, tiene que ser el día de San Antón, el día en el que caiga”, espeta.
Celebra las lumbres donde baile y cante ‘Lola Torres’. Este año será en la lumbre institucional de la plaza Reina del Salvador, la única que se encenderá el día 16. “El cante y el baile popular son mi vida. El folklore es nuestro patrimonio, lo más importante para una tierra, pues es su raíz y tradición”, defiende. Asegura que “Jaén es la provincia más rica de Andalucía en variedad de baile por haber sido tierra de paso”, por sus boleros, jotas, fandangos, seguidillas e incluso parrandas. “Los bailes y cantes hablan de la forma de manifestarnos y las letras representan el sentimiento de las personas que las cantan”, dice. En su labor investigadora, ha rescatado pasos de bailes y letras “de todo tipo”.
‘Lola Torres’ tiene catalogados 74 bailes y cantes. Si se trata de un fandango, le gusta que la letra “tenga sentimiento para que quien lo interprete le dé pasión y calor”. Si es un jotilla, “letras graciosas para dar más soltura a los movimientos”. Jaén es una tierra de “bailes alegres, pero con gran sentimiento, donde se baila para dentro, dando más importancia a los pies que a los brazos”, continua.
“Me gustaría que Jaén no pensara que bailamos siempre lo mismo”, apunta. Lo mejor de investigar es el contacto con las personas mayores. “Son una fuente de sabiduría. Te abren su casa y te ofrecen sus recuerdos de pasos de baile y letras. Son momentos tan bonitos que te marcan de por vida”, agradece. Una de sus obsesiones ha sido recoger en partituras el folklore musical.
A su libro de melenchones, los tres CD de bailes tradicionales y cuatro DVD con libreto con letra, partitura y fotografía de trajes característicos ya publicados, se sumará un próximo libro en el que recoge la indumentaria tradicional de la provincia de Jaén y que le editará Diputación.
“Antes era una diversión aprender estas tradiciones y hoy la gente joven quiere que se le dé todo hecho”, apunta. Su ilusión es que “la tradición perdure siempre” y reconoce que una nueva sede de ‘Lola Torres’, en una ubicación más accesible, facilitaría la continuidad.
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