Asaja destacó ayer que el consumo de aceite de oliva ha crecido en España un 12% en los dos últimos meses, aunque esta subida se deba a la caída de los precios. Y es que, pese a un repunte al inicio de campaña motivado por las bajas existencias, las cotizaciones no han logrado estabilizarse tras la bajada que comenzó el pasado mes de marzo. De hecho, Francisco Molina, secretario general de Asaja-Jaén, admitió ayer que el precio del aceite de oliva está ahora un euro por kilo en origen más bajo que el año pasado en estas mismas fechas, y eso a pesar de las previsiones mundiales que apuntan a que hará falta todo el aceite producido en Jaén debido a la escasez de producción que se prevé en otros países productores. “Los precios deberían mantenerse como mínimo como los del año pasado y no es razonable vender por debajo de los actuales”, subrayó Molina, durante el desayuno informativo donde Asaja-Jaén hizo balance del año agrario. Con todo, Molina sí que achacó en parte la bajada del precio a las “presiones” que muchos productores ejercen sobre los mercados vendiendo a precios más bajos. Asaja defiende la necesidad de contar con mecanismos de autorregulación del mercado, entre los que destaca la concentración de la oferta a través de grandes grupos cooperativos e industriales como “modo de poder regular los precios en campañas excedentarias”. Con respecto a los primeros meses de esta campaña oleícola, Asaja admitió que existe un ligero retraso en la recolección. De hecho, la producción alcanzada durante el primer mes fue de 7.100 toneladas, la más baja hasta esta misma fecha de las últimas cinco. Este retraso se está viendo acompañado de un “descenso notable” en los rendimientos que en octubre eran de tan sólo de un 11,59% de media, aunque ya se está llegando a porcentajes superiores al 19%, similares a los de la campaña récord 2013-2014,.
Por lo demás, Asaja espera una buena negociación del nuevo marco de ayudas de la PAC (“Virgencita que me quede como estoy”, dijo Molina) y se destacó la “paz social” que se ha logrado con la firma del convenio del campo vigente para los próximos cuatro años. Mientras tanto, en el balance agrario realizado por COAG se destaca que la significativa subida de los costes de producción ha impedido que el aumento del 3,4% de la renta agraria en 2018 se note en el bolsillo de agricultores y ganaderos. Y se añade que a pesar del repunte del último año, desde 2003 el sector agrario español ha perdido el 8,3% de su renta total.
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