Hace unas semanas, cuando se estaba instalando la iluminación, hablábamos ya de lo importante que podía ser para la ciudad volver a ejercer de forma ostentosa durante la Navidad como capital de Jaén. Y así ha sido. El pasado puente de la Constitución no sólo ha sido un éxito en cuanto a alojamiento en la capital, si no que ha convertido el centro en un auténtico hervidero de gentes deseosas de disfrutar en la calle de la Navidad y del espectáculo en el que se ha convertido este año la iluminación. En las calles peatonales como Bernabé Soriano no cabía un alfiler y los visitantes hacían prácticamente cola para hacerse fotos tanto en el árbol de la plaza de Santa María, como en el de la Diputación Provincial, así como en gran bola La Carrera. Y para ello solo ha hecho falta un pequeño esfuerzo económico por parte del Ayuntamiento, nada descabellado; pero el retorno para la hostelería, el comercio (cerrado los días de más afluencia, a excepción de las franquicias) y los hoteles es muchísimo mayor al que dejan otras inversiones. Insistimos, es cuestión de prioridades. La única pega, que todo indica que va a solucionarse esta semana, son los cortes de tráfico en Roldán y Marín, y es que se concentran hasta mil personas para ver el espectáculo de sonido y luces. Sin duda, morir de éxito.
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