Y... y para que quede claro, por si algunos no lo entienden, eruditos y entendidos, que mi acento es mi ADN. Que no es ninguna bandera, que es una canción de cuna que mi madre me cantaba bajo la luz de la luna. Si levanto la mirada, sé que voy a verla a ella tan dispuesta a la batalla que no necesito estrellas que me alumbren el camino ni que guíen cada paso…”. Este éxtasis del acento y las costumbres andaluzas heredados de generación en generación, como describe con su pluma formidable Manuel Carrasco en el estribillo de su nueva canción ‘Me dijeron de pequeño’, no es un ejemplo aislado en el escenario musical español.
La excelencia de la música nacional suena con el acento andaluz de Carrasco, pero también de Pablo Alborán, Pablo López, Vanesa Martín, David Bisbal, Marta Soto, Pastora Soler, Pasión Vega, Niña Pastori, Diana Navarro, Selu de El Barrio, India Martínez, Arcángel, David de María, Rocío Márquez, La Mari de Chambao, La Mala Rodríguez, Junior, SFDK y un largo etcétera cantantes, cantaores o cantaoras, raperos y raperas y grupos que pertenecen a una generación heredera del talento y el pellizco de Alejandro Sanz, José Mercé, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Raphael, Rocío Jurado, Camarón, Antonio Carmona, Martirio, Pepe Begines, Javier Ruibal y otros muchos artistas. Y si siguiera con la retrospectiva, no pararía de enumerar nombres propios musicales que marcaron época en España.
Esto es marca Andalucía, la imagen de España en el mundo del espectáculo. Es el camino que deben emular el resto de disciplinas. No solo responder con excelencia, sino defender con sus discursos y su actividad el acento y nuestra forma de ser -mitad hedonismo, mitad senequismo-, para que la próxima legislatura sea la del cambio en la imagen distorsionada que desde fuera Andalucía tienen de nuestra tierra y de los andaluces y andaluzas. Los empresarios andaluces ya están gestando esa idea de crear una marca global de Andalucía para proyectar lo que realmente somos y hacemos, y no lo que otros ven para condenarnos a un sitio en el que nunca estuvimos por más que lo repitan miles de veces. La marca Andalucía debe sacudir el prejuicio extendido en España sobre el Sur, como le gusta evocar al doctor e investigador Guillermo Antiñolo, Hijo Predilecto de Andalucía. Desde dentro proyectar hacia fuera este mensaje con el espíritu con el que arranca el tema de Manuel Carrasco anteriormente citado: “Aquí sigo peleando… me enseñaron a crecerme a los pies de la derrota… Y me sale defenderme por el miedo a tanto daño”.
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