El comercio urbano y la ciudad están ligadas en simbiosis, uno sin el otro no podrían existir. El comercio aporta vitalidad y riqueza a la ciudad; mientras que una ciudad atractiva incide directamente en la salud del comercio. Ambos generan un espacio donde las relaciones humanas encuentren un lugar favorable y a la vez propicia que la actividad comercial pueda desarrollarse. El pequeño comercio contribuye al Modelo de ciudad Compacta.
La semana pasada referíamos la necesidad de contar con un Modelo de ciudad que planifique el presente y futuro de Jaén. Hoy hablaremos del comercio local.
Describir la situación actual del comercio en la ciudad y las amenazas que sobre él se ciernen, son las premisas para aportar algunas soluciones, desde esta modesta tirilla nos atrevemos a la siguiente aportación:
Factores que inciden en el declive del comercio local en Jaén: La baja renta per cápita y el alto paro, la pérdida de población. Los centros comerciales y de ocio en las afueras. El pésimo transporte público. El abandono del centro. La ausencia de una oferta cultural atractiva. La no puesta en valor del conjunto monumental. La migración de vecinos hacia los nuevos barrios. Formatos comerciales obsoletos. El desproporcionado coste del alquiler de los locales. La ausencia de medidas correctoras ante las modificaciones de hábitos por la peatonalización. Y la principal causa es la ausencia de soluciones y de liderazgo del actual equipo de gobierno Municipal.
Las nuevas amenazas: La apertura de más centros comerciales, y el gran reto que significará el Comercio por internet que en 10 años pronostican alcance el 70% de las transacciones comerciales.
Propuestas y medidas correctoras: Medidas que fijen la idea “la ciudad, el centro, es el lugar al que hay que ir” y no solo para comprar sino como referente cultural, monumental, de ocio, turístico y hostelero; un referente que sea el orgullo de todos los vecinos y vecinas. Rehabilitación del casco antiguo, que vuelva a ser atractivo para fijar residencia. Optimizar el transporte público garantizando la regularidad y puntualidad. Agrupar virtualmente los comercios en un centro comercial abierto, con marca e imagen propia, que te lleven las compras a casa, coordinar aparcamientos y transporte. La apuesta por la especialización y la calidad, la formación de sus profesionales. El Mercado de San Francisco deberá adaptar su oferta a los nuevos hábitos de consumo y horarios; hay ejemplos en el resto del estado para poder imitar, como oferta de gastro bar, comida de mercado, servicio a domicilio, servicio de guardería…. En fin cuantas medidas propicien el éxito del centro de la ciudad.
Precisamos una voluntad colectiva, huyendo del enfrentamiento, un proyecto ganador del conjunto de las fuerzas políticas y sociales, para hacer de nuestro centro un ente vivo. No nos jugamos solo el futuro del comercio, lo que está en juego es la ciudad tal como la conocemos.
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