“Fue sueño ayer, mañana será tierra”. El carácter efímero de la gloria castiga a un PP abatido por la sentencia judicial de la primera época del caso Gürtel que lo describe penalmente como “organización criminal”, a título enfáticamente lucrativo desde el mismo momento de su fundación. La corrupción, red de alcantarillado del poder donde anidan las ratas y los ladrones, amenazaría los resortes del sistema si al riesgo real de que se hundiera el principal partido se uniera la inexistencia de una alternativa sólida, avalada por el Ibex 35. Y eso, estén ustedes tranquilos, como ya sucediera al hacerse añicos la UCD, no va a ocurrir tampoco ahora. Rivera vendría a representar hoy el papel regeneracionista que jugó Felipe a principios de los 80. Cambiar con urgencia rostros/actores para que, en el fondo, no cambie nada. Ningún respiro obtuvo Rajoy, pues, salvando la aprobación de los PGE 2018, cuando, apenas unas horas más tarde, estallaba tamaña escandalera al conocerse la primera condena de la Audiencia Nacional por una trama de corrupción genuinamente pepera. Asido a ese clavo ardiendo, sin tregua patriótica que valiera de pretexto dilatorio, el PSOE de Pedro Sánchez anunciaba una moción de censura que, garantizándose de antemano el apoyo de Podemos y el rechazo de Cs –la formación naranja solo respaldará cualquier salida rápida hacia una nueva convocatoria electoral -, le volvía a dejar –como en sus peores pesadillas de 2016- en manos de una suma ininteligible de grupos minoritarios independentistas.
Por la polvareda generada logró escabullirse de la presión mediática el actual secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, tras ser citado a declarar en calidad de imputado/investigado, horas antes, por el juzgado de instrucción número 2 de Jaén en el marco de una denuncia interpuesta por el PSOE local, a resultas de la sospechosa encomienda del mantenimiento de las fuentes ornamentales de la ciudad, que se hizo con De Moya siendo alcalde, a favor de una empresa de Toro, Zamora, Matinsreg SLU, la cual llegó a facturar en un año, pese a los reparos de Intervención, 3,6 millones de euros más –“quebranto patrimonial”- que Imesapi, encargada de idéntica prestación en el ejercicio anterior. Presuntos delitos de prevaricación administrativa continuada, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, cohecho y tráfico de influencias. 20-N de 2011. El día en que los nostálgicos del franquismo rendían visita obligada al Valle de los Caídos, el PP arrasaba en las urnas. ZP ya era historia, la crisis azotaba y José Enrique estrenaría compatibilidad, emulando a su admirado Ramón Palacios, como alcalde-senador. Allí conocería, escaño aledaño, a Jesús Andrés Sedano, regidor de Toro, delfín –al igual que Fernando Martínez-Maíllo, actual coordinador general en ‘Génova 13’- del auténtico pope del PP en esa provincia castellanoleonesa, Dionisio García Carnero, dirigente que protagonizó uno de los primeros casos de financiación supuestamente irregular del partido fundado por don Manuel Fraga. En 1987, tres constructores zamoranos –recuerda elplural.com- entregaron un donativo de 3 millones de pesetas para financiar la campaña de José María Aznar a la Junta de Castilla y León. Posteriormente, esos tres empresarios recibirían adjudicaciones de obras por valor de casi 4.000 millones de pesetas. ¿Relación causa-efecto? Dionisio García fue imputado por prevaricación, cohecho y usurpación de funciones. La causa, no obstante, fue archivada cinco años después de los hechos. En agosto de 2012, la concejal Rosa Cárdenas, alcaldesa accidental, “firma la orden que supuso el encargo sin cobertura administrativa ni contractual de clase alguna a la entidad mercantil Matinsreg S.L.U”. De Moya, en calidad de alcalde, “vino ordenando personalmente los pagos a realizar a dicha empresa en contra de los informes y los reparos de legalidad que hacía recaer constantemente el señor interventor del ayuntamiento”. Nunca fue José Enrique un político de medias tintas, más bien todo lo contrario: maniqueo y frentista como él solo frente al adversario, supo nadar y guardar la ropa en el seno de su partido, prodigándose en lisonjas hacia la vieja guardia correligionaria. Una vela a Gabriel Amat en la operación urbanística del ‘Jaén Plaza’ y otra, otro poner, al gran Dionisio, senador cuasi vitalicio, maestro de Sedano, vecino de escaño, en el preciso instante en que Matinsreg, S.L.U., sin otro mérito que la mera recomendación, se empezó a encargar de la conservación de las fuentes ornamentales de Jaén. “Fue sueño ayer, mañana será tierra. Poco antes nada y poco después humo. ¡Y destino ambiciones, y presumo apenas un punto al cerco que me cierra” (Francisco de Quevedo).
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
