Es actriz y productora teatral, especialista en visitas teatralizadas, con las que une sus pasiones, la historia y la interpretación, y con las que apuesta por la investigación y la promoción de Jaén, su patrimonio material e inmaterial, promocionando el turismo teatralizado.
Viviana Alcántara (1978) ha apostado por Jaén como escenario para una profesión que la enamoró, el teatro, que le permite transformarse, dejar de ser una mujer tímida y de voz baja. “Me atrae tener una vida y que el teatro me permita tener otra a través de los personajes. El teatro me da la oportunidad de hacer lo que en la vida real no puedo o no sería capaz de hacer”, reconoce.
Quería ser arqueóloga, pero se licenció en Humanidades. Comenzó en los talleres de la compañía La Paca y hoy es una de sus actrices, trabajando en montajes como ‘Bebé Clown’, con los más pequeños. “Para los niños todo es perfecto en teatro, pero si algo no les gusta, son muy sinceros. Cuando los ves disfrutar sabes que es de verdad. Es bonito ver cómo creas afición”, afirma.
Sin embargo, lo que más valora es que aprenden, desde pequeños, a respetar al actor y su profesión “como cualquier otra”. Fue en ‘Jaén en Movimiento’ donde empezó a hacer teatro aunando la historia, la investigación y la interpretación. Hace más de una década ya organizaba las ‘Visitas de las Tres Culturas’, donde comenzó a introducir el factor miedo. “Funciona muy bien”, reconoce. Es fiel a las visitas programadas por la Asociación Cultural ‘Iuventa’, que la reconoció con su premio en el año 2013.
Es la responsable del área de Patrimonio de la plataforma Baraka Project y desde hace seis años organiza ‘Noche de Miedo I y II’, programas de visitas teatralizadas que la han situado en la primera línea en la producción, siendo la pionera en la organización en la capital. Se ha hecho un nombre, ha creado un sello y ofrece la garantía de su profesionalidad. Desde la fiesta de Todos los Santos hasta mayo, celebra una visita teatralizada al mes. “Aposté por personajes tétricos, actores que sorprenden, te asustan y cuentan la visita de una forma diferente”, afirma.
En su equipo siempre está la presidenta de la Asociación de Guías Oficiales de Jaén, Eva de Dios Martínez. Juntas fusionan el turismo y el teatro. “El teatro enriquece y añade valor a las visitas turísticas. Quienes nos acompañan conocen el patrimonio, pero también sus leyendas”, afirma. Defiende que la teatralización aporta a la visita “un juego con el público que es muy positivo” y cada vez se demanda más. “Nos llaman muchos colectivos que vienen a Jaén y quieren conocer la ciudad con visitas teatralizadas”, dice.
Viviana Alcántara comenzó como actriz en las visitas, pero ahora trabaja más en la producción, elaborando los textos y creando los personajes y su vestuario. Sus noches son misteriosas y transcurren por callejones en los que las leyendas cobran vida en edificios como el antiguo hospital San Juan de Dios; con personajes fuertes y potentes. Ahora trabaja en ‘Noche de Miedo III’, buscando un nuevo sello que enganche al público. “Me piden una tercera edición y me siento orgullosa de que nos conozcan”, agradece.
Su escenario es la calle y el patrimonio de Jaén se ha convertido en su lugar de trabajo. “Me gusta Jaén porque la he estudiado. Si los jienenses estudiaran su ciudad descubrirían el valor que tiene y la tratarían de otra manera, tanto por su patrimonio material como inmaterial. Es una ciudad con mucha historia”, apunta.
Viviana Alcántara inculca la necesidad de cuidar la ciudad y su patrimonio. Reconoce que ha sentido vergüenza al pasar por zonas históricas y que ha tenido que escuchar de los visitantes que Jaén no es una ciudad preparada para el turismo. “En otras ciudades no te encuentras bolsas de basura esparcidas por calles del casco histórico. Nos cuesta mucho hacer nuestro trabajo. Queremos mostrar la ciudad que sabemos que tenemos y no podemos”, lamenta.
Ha terminado las visitas teatralizadas ‘Conquista el Castillo en familia’ y en julio organizará talleres en el Festival ‘Etnosur’. Afirma que en Jaén hay mucho talento, pero “muy poco trabajo” y cada vez “menos sitios donde actuar”. Reconoce que es el momento de que quienes hacen cultura y quienes la disfrutan la defiendan. “La cultura se está hundiendo y tenemos que darle un empuje”, termina.
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