Moda

Las novias de Juanjo Oliva y Juana Martín respiran frescura

Los volúmenes, gracias a su estudiado de patrón, adquieren protagonismo, más cuando los adorna con cristales, rescatados de la bisutería

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  • Desfile. -

Ni Juanjo Oliva ni Juana Martín son primerizos en moda nupcial, pero hoy han recibido su bautismo en la Pasarela Costura España con sendos desfiles en los que se han visto la esencia y las raíces de cada una de las firmas, diseños frescos y poéticos que hacen a la novia perfecta en una fecha tan deseada.

"He cosido muchos vestidos de novia, pero nunca había hecho una colección, un desfile solo con propuestas de novia", ha explicado hoy a EFE Juanjo Oliva, diseñador que ha subido a la pasarela doce diseños de bases puras, inspirados en líneas arquitectónicas, cortes rectos y acabados impecables.

Para su debut, el diseñador madrileño ha editado y revisado algunos de los vestidos que ha ido cosiendo a lo largo de su carrera, diecisiete años. "Quería dar una segunda oportunidad a estos diseños que me han acompañado", añade Oliva.

Los volúmenes, gracias a su estudiado de patrón, adquieren protagonismo, más cuando los adorna con cristales, rescatados de la bisutería de la firma Diamofine.

"Algunos vestidos parecen de estilo 'vintage', tienen aire de segunda mano", ha puntualizado el diseñador, que impone sobre los patrones cortes asimétricos y un rotundo negro en los tocados.

Adora los buenos tejidos, los que destilan exquisitez, y así Oliva propone un sencillo vestido sin mangas con una capa de plumas de pavo forrada con una tafeta rosa o una chaqueta "blazer" sobre una túnica vaporosa, "una propuesta más urbana para una boda civil".

Trazos de sofisticación se han visto en la novia de Juana Martín, diseñadora que apuesta por conjuntos de pantalón. "Cada vez me piden más monos y pantalones; las novias quieren casarse de forma tradicional, pero para un segundo vestido prefieren algo más cómodo", explica la diseñadora.

Juana Martín, que se inspira en la primera luz del día en un olivar cordobés, prefiere piezas limpias que respiran romanticismo con escotes pronunciados, cortes clásicos a la cintura adornados con miriñaques y estructuras de gazar que se convierten en lazos.

Abrió el desfile un vestido de algodón rústico con aplicaciones troqueladas y luego siguieron una serie de trajes vaporosos y joviales como un sutil vestido camisero.

Tules, sedas naturales, gazar, "georgettes", crepés y sedas son los elementos con los que confecciona trajes nupciales, que en ocasiones adorna con cristales con flores de tela.

A lo largo de las veintiséis salidas, Juana Martín se afianza en sus raíces andaluzas y revisita el volante en los vestidos, sin necesidad de hacer referencia alguna a los trajes de flamenca. "Trabajo el blanco, la novia no quiere otro color", cuenta la diseñadora, aunque reconoce que alguna se atreve con el beige y para esas mujeres más atrevidas propone un hermoso vestido de encaje con flores bordadas en tonos tostados y verde oliva.

Romántica también es la colección del argentino, afincado en Paraguay, Javier Saiach, quien, con cierta meticulosidad, propone modelos artesanales calados o cuajados de brillo, opciones que realza con estrellas de mar.

En la tercera jornada de la Pasarela Costura España, Ana Bello, diseñadora que se esconde detrás de la firma Bello, muestra quince modelos, vestidos largos y de cóctel, todos ellos en tonos pastel, aunque también tiene cabida el negro, "un color elegante".

Creaciones versátiles y fáciles de llevar que se inspiran en las tendencias de los años 50 y principios de los 60, piezas con toques de sensualidad, una moda de largo recorrido, sin fecha de caducidad.

Jose García propone dos líneas. La primera de aire juvenil, en la que tiene cabida vestidos cortos, conjuntos de dos piezas o monos. En la segunda se encuentra las piezas más importantes, modelos largos y formales, realzados con flores y plumas.

Inspirándose en la película "La dolce vita", de Federico Fellini, Pedro Palmas presenta prendas de fiesta que marcan la silueta de la mujer con sugerentes transparencias coloreadas en rojos, azules, dorados y negros.

Si Claudia Revigliono se decanta por colores cálidos para hacer una costura con detalles, la argentina Sole Zimmer propone bordados, flecos y vaporosos tejidos que evocan la estética de los años veinte.

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