Con la discrección y la prudencia que aconseja una intervención de este tipo, la Delegación territorial de Fomento y Vivienda ha encarado ya la última fase del plan puesto en marcha el pasado octubre para acabar con la conflictividad social y normalizar la convivencia en el bloque de las 101 viviendas de la calle Miguel Castillejo, en la barriada de Expansión Norte. Se trata de una promoción que la Junta construyó hace más de una década y adjudicó en régimen de alquiler social a familias desfavorecidas, pero que en los últimos años casi ha sido un polvorín al dispararse las ocupaciones ilegales y la morosidad de los inquilinos.
De momento, la tarea más inmediata de este plan, que la Junta realiza de manera conjunta con el Ayuntamiento, las fuerzas de orden público y las asociaciones de vecinos de la zona norte, va a ser proceder al desalojo de los ‘okupas’ de estas casas, una situación que afecta a casi un tercio del total. El delegado territorial de Fomento y Vivienda, Rafael Valdivielso, señala que sólo 67 de las 101 viviendas están ocupadas legalmente, mientras que la morosidad (los alquileres sociales rondan los 40 euros mensuales) supera el 62%. La Junta tiene contratados dos trabajadores sociales para realizar el diagnóstico real de una situación que, según Valdivielso, tiene su principal dificultad en las “tres o cuatro familias que infunden miedo entre el resto de vecinos”. La Junta adjudicará después las viviendas desalojadas, aunque aún no se ha decidido el procedimiento a seguir. Posteriormente, la Junta, a través de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación Andaluza (AVRA), prepara una inversión de 750.000 euros en la rehabilitación integral de las 101 viviendas.
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