Convertir una idea de negocio en un proyecto empresarial. Tener una idea empresarial, compartirla, moldearla , trabajarla y hacerla realidad gracias al apoyo de la Universidad de Jaén (UJA) y la Fundación Pública 'Andalucía Emprende'. Es la oportunidad que ofrece la institución académica a través de las instalaciones de sus viveros de empresas, ubicados en el edificio de la antigua Escuela de Magisterio de la capital y en el campus científico-tecnológico de Linares. En ambos casos, la gestión se realiza en colaboración con el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial de Jaén (CADE).
Estos viveros pretenden ofrecer una oportunidad para que sus estudiantes y titulados con espíritu emprendedor puedan disponer de unas infraestructuras que les faciliten el conocimiento práctico de la viabilidad de sus propuestas y poder constituir, desde la experiencia, empresas sólidas con garantías de estabilidad y éxito.
Este 2016, concretamente este mes de marzo, se ha puesto en marcha la fase de pre-incubación para emprendedores que no tienen definido su modelo de negocio y que requieren del asesoramiento de profesionales que les ayuden a conocer los caminos para llegar a la meta final: emprender.
Sus ideas de negocio son presentadas a los técnicos del CADE, encargados de valorarla y aprobarlas. Una vez pasado este trámite, se firma un contrato por seis meses entre ambas partes. Para los futuros empresarios, el único requisito es haberse formado en la UJA y no haber emprendido antes. Los técnicos les ofrecen tutorización del proyecto empresarial, asesoramiento gratuito durante la elaboración del plan de empresas y su desarrollo, y un plan formativo adaptado a sus necesidades.
Seis meses es el período en el que los titulados 'pre-incubados' pueden utilizar las instalaciones del Vivero de la UJA, en horario ininterrumpido de 9 a 21 horas, de forma gratuita. El Vivero cuenta con una sala de trabajo dotada de recursos tecnológicos. Ésta se convierte en la oficina compartida de los promotores, con un puesto de trabajo individualizado.
Es el espacio donde realizan los primeros pasos, donde comparten sus dudas y donde se les resuelven, donde perfilan el estudio de mercado de trabajo de su futura empresa, piensan un nombre para ella, el cliente al que se dirigirán, las alianzas que tienen que ejecutar y así cualquier paso necesario para la constitución de la empresa que los autoempleará.
Los 'pre-incubados' aportan su portátil y teléfono móvil, únicas herramientas personales para comenzar la elaboración de su plan de empresa. Una vez al mes, sus pasos son supervisados por los técnicos del CADE, pero el uso de las instalaciones es libre durante el período estimado en su contrato.
Según el director de la Oficina de Transferencia y Emprendimiento de la UJA, Javier Gámez, “se crea un clima de trabajo muy beneficioso”. Y es que cuando una persona tiene una idea de iniciativa empresarial “necesita ayuda y apoyo” y en esta ocasión la UJA ofrece el alojamiento y el CADE la tutorización. “Es un lugar de trabajo y de cooperación entre todos. No existe un horario de reuniones.
Si coinciden en la sala se pueden ayudar, resolver dudas y descubrir nuevas oportunidades para su futuro negocio. Al final trabajan casi en familia”, reconoce Javier Gámez. En definitiva, los 'pre-incubados' acceden a una “dinámica de trabajo muy atractiva”.
Las instalaciones cuentan con una cocina equipada para que los promotores hagan del Vivero un espacio de trabajo cómodo. Suma una mesa para compartir cafés y conversaciones empresariales; y dos pizarras donde seguir expresando ideas y avances en el plan de empresa.
Según confirma Silvia Llamas, una de las responsables técnico del CADE-Jaén en la sede UJA, la tutorización que reciben los promotores se basa en la metodología 'Canvas', un método de trabajo para realizar el plan de empresa de una forma muy visual y esquemática. Y es que cuando un emprendedor se plantea por primera vez una idea de negocio, no resulta fácil trasladar inicialmente el proyecto que flota en su cabeza a una realidad tangible que pueda ser rentable. Este método es una alternativa real para agregar valor a las ideas de negocio.
Los promotores de las empresas pre-incubadas se favorecen así de los programas formativos de gestión empresarial básica, adaptados a las necesidades y características de su entidad en constitución y organizados e impartidos por el personal técnico del CADE. También participarán activamente en las actividades, programas y proyectos desarrollados por el personal técnico del CADE, especialmente en aquellas enfocadas a la creación de redes de cooperación y a la incorporación de nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Actualmente han sido aprobados cinco proyectos como iniciativas empresariales en el vivero de la UJA en la capital y todos los promotores coinciden en que “la participación en talleres y la formación facilitada será fundamental para avanzar en el plan de empresa”.
Están en pre-incubación
Con 44 años, Rosa María Guerrero trabaja sobre una idea empresarial basada en la gestoría ambiental especializada en el olivar. Es Licenciada en Biología por la Universidad de Granada y Máster en Gestión de Recursos Biológicos en el Medio Natural por la UJA. “Se crea un clima de trabajo muy motivador y constructivo, que permite cooperar con otros compañeros que se encuentran en la misma situación que tú”, reconoce.
José Manuel Flores tiene 24 años y estudia Química en la UJA . Junto a Mónica Jordán, Ciclo Superior de Imagen, estudia la viabilidad de una editorial low cost. “Cuando tienes una idea de negocio al principio estás muy perdida. Es una ventaja contar con un espacio acondicionado donde ir avanzando en nuestra idea empresarial y sumar el asesoramiento de los técnicos, que nos ayudan a conocer los primeros pasos que tenemos que dar y nos resuelven las dudas”, dijo.
Con 32 años, María del Carmen Chiquero es Grado en Terapia Ocupacional y una de las promotoras de las empresas pre-incubadas (Servicios asistenciales). “Estoy encantada. Se me ha abierto una puerta al emprendimiento y es una garantía que detrás estén la Universidad y el CADE. Tengo muchas ideas y ellos te ayudan a darle forma. Recibes un trato muy personal”, confirma, reconociendo que está dando “muchos pasos y avanzando en su plan de empresa”.
La misma edad tiene Ramón Manuel Rodríguez, Licenciado en Ciencias Ambientales. Trabaja en una idea empresarial basada en la representación de artistas y realización de producciones. “La verdad es que dan muchas facilidades. La tutorización es muy importante porque al montar un negocio estás un poco perdido. Es bueno estar en contacto con el mundo empresarial. El trabajo de los técnicos del CADE es impecable y conseguimos ampliar redes de contacto”, reconoce. Sobre las instalaciones, asegura que “es fundamental tener un puesto de trabajo donde dar forma a tu idea de negocio”.
Francisco Javier Peragón es topógrafo y a sus 43 años su iniciativa empresarial pre-incubada es la de ofrecer servicios de ingeniería topográfica . “Estar alojado como empresa pre-incubada es muy positivo. Es una actividad innovadora y beneficiosa. Contamos con instalaciones que nos ayudan y nos hacen partícipes de una experiencia enriquecedora”, asegura.
En el campus científico-tecnológico de Linares prácticamente ha terminado la fase de 'pre-incubación' Pedro Vera Candeas, profesor de Telecomunicaciones en la UJA, y sus socios, Miguel Ángel Pérez, Francisco Rodríguez y Julio Carabia. Su empresa ya tiene nombre: 'Beatik'. Hace unos meses era sólo una idea empresarial. Ahora, como emprendedores, trabajarán con una tecnología para músicos que es el seguimiento de partituras. “Teníamos una idea de negocio y nos pusimos en contacto con la UJA, que con el CADE, nos han apoyado en la tutorización. Nos han ofrecido un servicio fantástico y nos han resuelto todas las dudas”, dijo. En breve sacarán al mercado su aplicación 'Beatik' para ipad. “Empresas interesadas en nuestra tecnología se pusieron en contacto con la Universidad para comprarla y desde la institución nos animaron a explotar la idea de negocio”, confirma Pedro Vera. Es un ejemplo de empresa 'pre-incubada' que espera pasar a la fase de 'incubación'.
Y es que el Vivero de Empresas de la antigua Escuela de Magisterio tiene capacidad para 22 empresas que formen estudiantes o antiguos alumnos de la UJA, y para 8 empresas de base tecnológica. Los alojados pueden ocupar un despacho durante un año y convertir el Vivero en su oficina como empresarios. De esta manera, durante el primer año de su actividad empresarial, tienen garantizado su alojamiento de forma gratuita. Además, la UJA y el CADE acercan a los emprendedores a la realidad del tejido empresarial de la provincia, propiciando el acercamiento entre empresarios.
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