La tarde del Domingo de Ramos no vivió la salida en procesión de penitencia de la Hermandad Sacramental de Jesús Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y Consolación. El día amaneció soleado, pero al mediodía se volvió gris y las nubes anunciaban lluvia. En el momento de la salida, prevista a las 16:10 horas, las primeras gotas comenzaron a caer.
Mientras, en el interior del templo, la Junta de Gobierno, de la que es Hermano Mayor Fernando Casado, se reunía para tomar una decisión. Finalmente, anunciaron que hasta las 17 horas no se pronunciarían.
Llegó la hora y la decisión fue no salir en procesión de penitencia. Costaleros, nazarenos y mantillas aplaudieron la decisión ante la inestabilidad meteorológica. Sin embargo, la lógica y sensatez no evitó que en los ojos de los hermanos de la Santa Cena aparecieran las primeras lágrimas. Los abrazos entre costaleros se sucedieron, dejando en el interior del templo momentos de hermandad y de pena por un año de espera que no culminó con la salida procesional. Los sentimientos estaban a flor de piel, pero la decisión fue aceptada por los hermanos, que pronosticaban el 'no' antes del anuncio de la Junta de Gobierno.
Fue un Domingo de Ramos de emociones para los hermanos de la Santa Cena. Uno de los momentos más emotivos se vivió durante la ofrenda floral que protagonizaron personas mayores de la residencia Caridad y Consolación. José María Padilla fue el encargado de entregar un ramo de claveles rojos, que el capataz del Misterio colocó entre las imágenes; mientras que Alicia Díaz hizo entrega de un ramo de claveles blancos a la Virgen. Lo recogió Fernando Casado, emocionado por ver las lágrimas en los ojos de la jienense, que en sillas de ruedas, se emocionó al ver a la Virgen.
La Santa Cena era la primera Cofradía que se esperaba en la tarde del Domingo de Ramos jienense y finalmente se disfrutó en el interior del templo. Pasadas las cinco de la tarde se abrieron las puertas y los jienenses pudieron acompañar a las Imágenes.
El hermano mayor reconoció a VIVA JAÉN que fue una “decisión difícil”, pero que no querían hacer de una procesión de penitencia una carrera por las calles de Jaén. Con partes meteorológicos que no descendían de una probabilidad de lluvia del 60% en la tarde-noche de ayer, la Junta de Gobierno no quiso arriesgarse y revivir la procesión de hace unos años, cuando tuvieron que volver al templo nada más iniciar el itinerario por el Gran Eje porque comenzó a llover.
“Nuestras distancias son muy largas y no queríamos hacer una procesión de penitencia con el corazón encogido, corriendo por temor a la lluvia. Con los partes meteorológicos que teníamos, la decisión estaba clara y se tomó por unanimidad”, confirmó Fernando Casado.
Desde las cinco de la tarde y hasta las 19:30 horas el templo permaneció abierto a los jienenses. A las 18 horas se celebró un Vía Crucis con la Cruz Parroquial por el interior del templo.