El de ayer fue el día más esperado de estas Navidades y de él disfrutaron pequeños y grandes. La celebración del Día de Reyes es una tradición y en Jaén se hace en familia, rodeado de amigos y con los más pequeños como el centro de todas las atenciones.
Amanecer y descubrir los regalos. Abrirlos uno por uno, mirar con asombro a quienes acompañan a los afortunados en ese instante, sonreír, ilusionarse y pensar un lugar fuera de casa donde disfrutarlos.
Las plazas de los barrios y los parques de la capital fueron los lugares de esparcimiento de las familias, que con los más pequeños, salieron a la calle para disfrutar de los presentes recibidos. El parque del Bulevar fue uno de los lugares con mayor afluencia de familias, aunque cada año se ven menos niños jugando en los parques durante la mañana del 6 de Enero. La de ayer fue una mañana fría, con un sol intermitente, que dejó estampas en las que los protagonistas fueron niños con disfraces, monopatines y bicicletas. Ésta última fue uno de los regalos más repetidos entre los niños jienenses. La variedad de juguetes es tan inmensa que cada menor disfrutó de sus gustos, de lo que había dejado plasmado en su carta a los Reyes. No faltó la Patrulla Canina, las Tortugas Ninjas y los artículos relacionados con la película de animación Frozen.
Ayer también fue día de convivencia vecinal en las sedes de las asociaciones y centros de barrios, donde los más pequeños encontraron más regalos con los que disfrutar. No se quedaron sin presentes los pequeños ingresados en los centros hospitalarios, ni los mayores de las residencias; y tampoco los niños de familias con necesidad, gracias a la labor de colectivos sociales que arrancaron ayer más de una sonrisa.
Con los momentos de diversión y entusiasmo vividos en familia y entre amigos, el Día de Reyes clausuró ayer la Navidad, con el sabor agridulce de una Cabalgata que este año se deslució la tarde del 5 de enero por la lluvia, el viento y el frío.