"Creo que soy gente sencilla que trabaja con pasión”. De esta manera, humilde y sin perder la perspectiva de sus orígenes, se define Santiago Ydáñez, sin duda uno de los artistas jienenses más reputados y también uno de los pintores españoles con mayor proyección internacional. Ydáñez lleva varios años afincado en Berlín, aunque siempre que tiene oportunidad pasa temporadas en su pueblo natal, Puente de Génave, donde ahora tiene también un taller donde poder trabajar y una sala de exposiciones que lleva su nombre en La Vicaría.
Las obras de Santiago Ydáñez están marcadas por los rostros, el rostro como mero resumen del ser humano. Obras de gran formato con pocas apariciones del color y donde el blanco y el negro son los protagonistas principales. Obras, en todo caso, que cautivan al gran público y que están cargadas de expresividad y de fuerza. Y es que, como él dice, “para emocionar al público, tienes que emocionarte tú primero. Que sientas eso que quieres transmitir”. Aunque él prefiere catalogar su trabajo como “figuración enérgica, algo expresionista”
Las obras de Ydáñez han llegado a países como Alemania, Portugal, Méjico, Italia o Estados Unidos. Precisamente, acaba de aterrizar de Nueva York, donde, en Dillon Gallery, ha inaugurado una muestra centrada en pájaros e imágenes bucólicas que rozan lo cursi. En la New Gallery, de Madrid, presentó recientemente ‘El oso y el roble’, donde el pintor jienense trata de poetizar sobre ese paraíso perdido alemán de los años 20, con imágenes de idílicas gimnastas, rostros, animales alusivos a lo ario y un contrapunto hispánico como profesor Ramón y Cajal en una lección de anatomía. Y en la muestra que presentó el mes pasado en el CAAM de Las Palmas de Gran Canaria sorprendió con una intervención que sorprendió al gran público y un gran mural de cuatro metros. Para el mes próximo prepara ‘Las cenizas del ruiseñor’ en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, una exposición donde reinterpreta las piezas de dicho museo.
Pero si hay algo que enorgullece a Santiago Ydáñez es mostrar su obra creativa a sus paisanos. Todavía permanece expuesta en la sala La Vicaría de Puente de Génave una gran exposición de la mano del grafitero Sergio Belinchón, un artista valenciano que, como él, está afincado en Berlín. “Una muestra que ofrece vídeos y fotos sobre el nostálgico mundo de los años 60 y 70, dónde turistas alemanes visitan nuestro país”, resume Ydáñez, que no oculta su devoción por el gran formato “ya que el gesto corporal participa de esa emoción y energiza la pieza”. También hace esculturas, intervenciones y se ha adentrado en la fotografía.
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