Finalmente, tras más de un año de intentos, el alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, dejará la Alcaldía de Jaén, y lo hará haciendo historia. Si en su día fue el alcalde más votado de la Democracia y el que mayor número de concejales consiguió, ahora será el primero que abandona la vara de mando de forma voluntaria, sin que haya habido moción de censura. Las circunstancias en el último año, a pesar de numerosos intentos, han provocado que la salida del alcalde no fuera para ocupar un puesto importante orgánico ni en el Ejecutivo (por el momento). Las aspiraciones para optar a un cargo que le permitiera abandonar la Alcaldía de Jaén tornaron simplemente en excusa con su designación como número uno al Congreso para las próximas Elecciones Generales. Ahora, tras su salida del Ayuntamiento, se abre un nuevo tiempo con Francisco Javier Márquez al frente. El actual edil de Urbanismo pondrá fin a los enfrentamientos estériles con otras administraciones (aunque no comulgará con ruedas de molino), conocedor de que el único dinero que puede llegar a la ciudad de Jaén proviene de ellas. Además, deberá remodelar un gobierno municipal fruto de una lista débil elaborada solamente con la vista puesta en la sucesión y en el pago de favores políticos.
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