Un mandato municipal da para mucho, para bueno y para malo. El actual, que finalizará el próximo mes de mayo, ha dejado poco en la cuenta del haber para la ciudad, dada la difícil situación económica en la que se encontraba el Ayuntamiento en su inicio y la dramática coyuntura que tiene ahora. En apenas un año y medio se ha pasado de cuestionar si era posible mantener la actual plantilla a incrementarla con 84 trabajadores de las dos sociedades municipales que peligrarían por la Ley de Reforma de la Administración Local, Somucisa (Onda Jaén) y Epassa (la empresa de aparcamientos y servicios). La subrogación de estos contratos al Ayuntamiento no es nueva, otros ayuntamientos, como el de Jerez, que hizo en su día un ERE, también la inició a finales del año pasado. La cuestión es dilucidar cómo va a afrontar el futuro una Ayuntamiento que lleva dos mandatos pagando las nóminas al límite y que aunque en este mandato ha reducido la plantilla por las jubilaciones, ha sumado también el incremento del complemento específico a Policía Local y Bomberos, sin que ni la deuda que mantenía con ellos haya desaparecido, ni se hayan dejado de echar horas extraordinarias. La apuesta del alcalde es decidida por mantener el empleo de ambas sociedades, pero el futuro, a la vuelta de la esquina, es más incierto que nunca.
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