La calle se ha vendido desde hace unos años y se han elimidado zonas de carga y descarga y aparcamientos para los establecimientos hosteleros
Nunca las ordemanzas municipales fueron tan propicias a que los establecimientos de la hostelería ocuparan las vías públicas con veladores y terrazas. Tras la medida de prohibir fumar en el interior de los establecimientos hosteleros, bares y cafeterías (no pubs y discotecas a los que no les permite la ley autonómica) comenzaron una batalla de ocupación de la vía pública durante todo el año para paliar los efectos económicos negativos de la medida. Los Ayuntamientos, entre ellos el de Jaén, fueron más que receptivos intentando suplir los pingües beneficios que el ladrillo daban a las áreas de Urbanismo y muchos establecimientos duplicaron y triplicaron con veladores cubiertos la extensión de su establecimiento. El negocio estaba y está en la calle y quien no tiene terraza está condenado al cierre. Desde Asostel se quejan de la demora en las nuevas licencias y de las ampliaciones y desde el Ayuntamiento de Jaén responden que una terraza es un complemento del negocio, no un negocio en sí. La cuestión es que la calle se ha vendido desde hace unos años, ocupando con terrazas aceras por las que apenas puede pasar un peatón (no digamos personas con determinadas minusvalías) o eliminando zonas de carga y descarga o aparcamientos y es necesario imponer sentido común y cierto orden antes de que sea más complicado circular andando que hacerlo en coche.