El Cazabán de nuestro tiempo se llama Vicente Oya, que recibe en vida los honores que merece por medio siglo entregado por entero a esta ciudad
Le ha hecho esperar pero finalmente ha llegado que es lo que importa, una calle (una plaza en el Parque del Seminario) dedicada al vecino Vicente Oya Rodríguez, que para más señas lleva medio siglo ejerciendo el periodismo en Jaén, ciudad en la que además es cronista oficial desde hace muchos años. Este cambileño de nacimiento hace tiempo que se tiene merecido el reconocimiento municipal en nombre de la inmensa mayoría de jienenses, y desde luego en la consideración popular, falta que se materialice porque es de ley, ya es hijo adoptivo de la capital del Santo Reino. Y es que los últimos cincuenta años de la vida de Jaén no serían lo mismo sin este entrañable profesional que lo ha dado todo por su tierra y es hoy un archivo viviente sobre todos los secretos de lo jienense. Todo Jaén lo conoce y todo Jaén lo admira y lo quiere porque es un personaje tan prolífico, tan presente, tan imprescindible, tan jaenero y tan metido en su realidad social y cultural en su sentido más amplio. A Vicente Oya le hemos visto a través de los años siempre laborando, arrimando el hombro en muchos proyectos, un periodista completo y comprometido con lo más próximo a través de miles de trabajos que son historia viva de Jaén en una brillante trayectoria, y cronista que nos recuerda al emblemático Alfredo Cazabán, tan providencial para el Jaén de su tiempo como lo ha sido Vicente Oya en el Jaén de entre dos siglos. Pues el Cazabán de ahora se llama Vicente Oya, que recibe en vida los honores que merece por este medio siglo entregado a Jaén con la generosidad y la humildad que siempre distingue a los grandes. Enhorabuena maestro.