Las doscientas plazas que ofrece el albergue municipal y las cincuenta del albergue de Santa Clara no son suficientes en la capital para dar cobijo a los inmigrantes llegados para encontrar un tajo y trabajar la campaña de aceituna.
Ambas instalaciones han permanecido llenas el fin de semana. La noche del sábado quedaron diez plazas libre en el municipal y ante el aviso de Cáritas Interparroquial finalmente se llenaron cinco, llegando a los 195 plazas ocupadas. En el albergue de Santa Clara siguen completas las cincuenta plazas, según su presidente, Alfonso Alcalde.
Según las primeras estimaciones, en la calle duermen aún más de cuarenta personas. “Los cajeros siguen llenos, aunque no con tantas personas”, confirma Alfonso Alcalde.
En los alrededores del puente del recinto ferial de la capital han llegado a dormir desde finales de noviembre unas 70 personas, y este fin de semana se ha confirmado que lo hacían poco más de 20 inmigrantes.
Por su parte, el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, asegura que hasta que no pase la festividad de La Inmaculada Concepción (8 diciembre) no se aliviará la situación. “Será entonces cuando los inmigrantes se den cuenta de que no hay trabajo para ellos. La inspección es severa y muchos no tienen permiso de residencia ni sus papeles en regla, por lo que su situación se complica”, aseguró López-Sidro.
Hasta entonces, los albergues seguirán ocupándose, pero no habrá plazas para todos.
Según confirman desde Cáritas, algunas de las personas que aún duermen en la calle no quieren ocupar ninguno de los albergues por motivos como que son, desde hace años, personas sin hogar, que no admiten y ceden ante la ayuda de voluntarios que se preocupan por ellos y los acompañan hasta llegar a los albergues.
Los voluntarios de Cáritas y Cruz Roja siguen haciendo rondas nocturnas para atenderlos.
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