El acusado del ‘crimen de la enfermera’ seguirá en la calle

Publicado: 11/09/2013
esús seguirá libre porque no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas
Jesús Arteaga, el imputado por la muerte de su esposa, en el conocido como el ‘crimen de la enfermera’, continuará en libertad provisional, presentándose dos días a la semana en el Juzgado.
Según informa el abogado de la defensa, Diego Ortega, ayer recibió la notificación de que  la Audiencia Provincial de Jaén había ratificado la puesta en libertad provisional, decretada el pasado mes de julio por el Juzgado de Violencia de Género. Según explica el letrado, la Audiencia ha desestimado el recurso, ya que no existe ni riesgo de huída, ni que que el acusado pueda destruir pruebas, ni peligro de que pudiera volver a delinquir.

Juicio
En cuanto a la fecha del juicio, que será con jurado, el abogado de la defensa explica que es muy difícil concretar cuándo podría fijarse. No obstante, recordó que aún quedan por que el equipo forense de Sevilla se ratifique o no en la hora de la muerte.


Jesús A. P. salió de prisión el 2 de julio. Familiares y amigos le esperaban en la puerta para darle la bienvenida. Tras el informe pericial presentado por la defensa a finales del mes pasado, en el que se cuestionaba la hora de la muerte de Antonia González, fijada entre las 17 y las 18 horas, el juez instó al Instituto de Medicina Legal de Jaén a que se ratificara o modificara su informe. La rectificación fija la hora en torno a las 21 horas, por lo que el juez decidió en su auto, “ante tal variación, sorprendente por otra parte”, poner en libertad al acusado sin fianza a la espera de que se fijara la fecha del juicio por este caso.

De suicidio a asesinato

Antonia González Osuna, de 46 años, fue encontrada muerta el pasado 9 de octubre en su domicilio. En un principio todo apuntaba a que se trataba de un suicidio, pero la autopsia reveló que podría tratarse de una muerte violenta, circunstancia que llevó a su marido a la prisión, ya que la hipótesis de la Policía Nacional y de las pruebas aportadas al caso apuntaban a que la mujer, que fue encontrada con una jeringuilla en el brazo, no se quitó la vida, sino que murió violentamente. Ahora estas nuevas pruebas cuestionan el primer informe.

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