En el abrevadero desinformativo de la semana, a propósito del levantamiento del secreto de sumario del caso Heracles, el de los ERE, nadie se atrevía públicamente a concretar la identidad de la `X` de la trama, pero casi todos alentaban la propagación de sospechas. El cerebro intelectual no pudo estar ajeno al poder real en la Junta. Me resitúo en la foto de la reciente ‘Fiesta de la Rosa de Jaén’: Rubalcaba, sentado en el centro; Micaela, a prudencial distancia; y a la derecha del cuestionado líder, juntos, circunspectos, dos colchoneros, dos madrileños de oso y madroño, instalados en la política andaluza por razones de origen y oportunidad, bisbiseando, dejando caer con disimulo, por lo bajini, frases cortas sin necesidad de mirarse a la cara. El uno, por ser el presidente actual del Gobierno andaluz, ex consejero de Hacienda, el que –a decir de la acusación pepera- tendría que haber fiscalizado en mayor medida un fondo dotado con más de 700 millones de euros de los que una quinta parte terminó perdiéndose por unas alcantarillas plagadas de detritus, ratas, rateros, aseguradoras, intrusos y comisionistas. El otro, quien manejaba la barca del Ejecutivo Chaves, jienense como Lanzas, a efectos de cuota en la corte de San Telmo, el político que enarbolando la crisis de Santana dio carta de naturaleza a la fórmula que permitía inyectar con prontitud –antes de que fuera demasiado tarde- ayudas económicas a empresas abocadas a la reconversión -destruyendo empleo- para subsistir. Los dos objetivos políticos primordiales del PP-A.
Juan Lanzas, el intermediario ante las aseguradoras y los bufetes que hacían posibles las pólizas de prejubilaciones, ofrece a la canalla un par de individuos de la peor calaña, a la procaz usanza de rinconetes y cortadillos: un chófer con pedigrí (antes de estar al servicio del ex director general Guerrero, condujo los coches oficiales de Menéndez y Paquillo, y siempre alardeó de carné) y un buscavidas venido a menos, mensajero ocasional, portador de los sobres con que los mayores beneficiarios del tinglado hacían partícipes de sus ganancias a Lanzas, y a quienes este, supuestamente, tuviese detrás. A este respecto, la UCO de la Guardia Civil, en un laborioso informe, concluye que la relación entre Lanzas y Zarrías es de “difícil definición”, puesto que lo que han podido ‘soplar’ tanto Trujillo como Algarín no aporta “elementos de prueba suficientes, apuntando meras conjeturas carentes o escasas de validez“. El conductor de la coca, como es conocido yaTrujillo, implicaba también al delfín de Gaspi, Paco Reyes, fabulando presuntos intereses mercantiles comunes entre el ex sindicalista y el presidente de la Diputación, extremo desmentido de inmediato por el bedmarense. El inmundo pasado reciente del ciudadano Lanzas Fernández se propala, hoy por hoy, en forma de sombra de inquietud, por despachos y retiros dorados de antiguos dirigentes del PSOE, UGT y CCOO.Alaya les coja confesados.
En Capilla
La semana tiene su enjundia pasional. A falta de otras alegrías, el Gobierno de José Enrique se aferra a la fe de sus mayores. A los grises en la otrora Plaza de los Perfumes. El último homenaje a los uniformados. Y esta semana toca Patrona, fiestas de junio. Y una procesión general de Semana Santa, el sábado, so pretexto de las suspensiones por lluvia cuando correspondía. Pero lo cierto es que Fernández de Moya a quien espera con el alma en vilo es a Montoro, no tanto por la cesión de la sede del BdE, sino por el miedo a ser intervenidos del todo por el Ministerio de Hacienda. Montoro, de capa caída tras confirmarse que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría pilotará el plan de reformas impuesto por Bruselas e incluso la venidera reforma fiscal, tiene previsto visitarnos a finales de mes. Cuentan que la mitad del PIE (Participación en los Impuestos del Estado) ya se retiene en Madrid al estar incumpliéndose la devolución pactada del pago a proveedores. Dentelladas que también alcanzan al PICA (Participación en los Impuestos de la Comunidad Autónoma). Los bancos, escupe la oposición, adelantaron ya una buena parte de la recaudación de impuestos locales prevista para el conjunto del año. Fernando Calahorro, en nombre del PSOE local, se posiciona hoy, a propósito. Esta casa, Madre Mía, es una ruina.