La gravedad de las familias por su situación económica va en incremento desde principios de año. Así lo asegura el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, que valora que las familias “cada vez tienen más problemas y que las ayudas que necesitan son también más”.
Y es que si antes se ayudaba a las familias jienenses con productos alimenticios y con ropa, la necesidad ahora va a más, siendo necesario también el pago de recibos incluso del alquiler o la hipoteca. “En los últimos meses hay muchas familias que no pueden vivir sólo con los alimentos que les damos porque su problema es que se han quedado sin ingresos para hacer frente al pago de recibos de la luz y agua, y de sus viviendas”, ha comentado el director de Cáritas Diocesana.
De ahí que señale la necesidad de activar un mecanismo de actuación que incluya una “intervención integral” con las familias atendidas por Cáritas Diocesana. “El problema es que no son casos puntuales sino que se están incrementando rápidamente. Tendremos que trabajar en el acompañamiento de las familias para llevar a cabo medidas generales y no puntuales”, ha dicho.
Según datos facilitados por Rafael López-Sidro, en la actualidad, sólo en la capital, atienden a 8.000 familias. De éstas, más del 35% está en riesgo de exclusión porque ya no perciben ninguna prestación social. Sus ingresos son nulos y sus necesidades numerosas. “El banco de alimentos y enseres abre de lunes a jueves y hay colas una hora y media antes, cada mañana, para recoger lo que necesitan”, recuerda.
Aún así, se siguen viendo a personas rebuscando en los contenedores de basura. “No sólo son personas sin techo las que rebuscan, sino también miembros de familias que les da vergüenza pedir”, confirma.
La situación de recrudecimiento social y económico de las familias también se palpa en la Fundación Banco de Alimentos de Jaén. Según su presidente, Diego Valero, el número de instituciones con las que trabaja se mantiene en 130, pero han recibido la petición de ayuda de 12 nuevas organizaciones que trabajan con familias con necesidades.
“Estamos estudiando los casos porque ya atendemos a treinta y cinco mil personas en la provincia, pero la situación va a más”, confirma Diego Valero. Con estas nuevas instituciones llegarían a entre 3.000 y 5.000 personas más.
Desde Cruz Rojatrabajan en la misma línea, asegurando el coordinador provincial, Miguel Ángel Jaén, que “no se está percibiendo una mejora” en la realidad social de las personas atendidas.
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