Presentado por el periodista y director de VIVA JAÉN, Antonio Garrido, el conferenciante expuso el estudio médico y antropológico, y el entorno histórico que ha realizado del cuerpo momificado del obispo. “Tenía la enfermedad de Marfan. Su cuerpo sufrió alteraciones en las extremidades, teniéndolas más largas de lo habitual. Detecté discrepancias entre el tamaño de su cuerpo y del tórax, y sus manos sufrieron aracnoractilias porque sus dedos eran largos y tenían forma de araña”.
El médico aclaró que “no fue la enfermedad que le ocasionó la muerte”, que fueron “otras alteraciones”, pero que en su últimos años de vida estuvo “muy débil”.
La conferencia se celebró en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que llenó su aforo en la tarde de ayer.
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