Fue apenas hace dos semanas que Laura comenzó a responder a estímulos externos, tras haber sufrido una hemorragia cerebelosa el pasado 30 de diciembre. Tras ser ingresada en estado comatoso en el Hospital Neurotraumatológio de Jaén, operada en Granada del cerebelo e ingresada en el Doctor Sagaz de Jaén (antiguo Neveral), Laura volvió a su casa el 30 de julio con pocas esperanzas, según los médicos, de que pudiera despertar. Sin embargo, lo hizo hace unos días. “No sabemos qué pasará, porque los médicos mismos no saben”, explica su madre.
Paso a paso
Laura López ha cambiado su negocio de “Bicicletas Laura”, que puso en marcha junto a su padre, Manuel López, un experimentado ciclista jienense al que la falta de apoyo le impidió dar el salto al ciclismo profesional, por una de las sedes de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Jaén (Adacea). Allí, cada día, de 8’30 a 15’30 horas, trabaja con un fisioterapeuta, un logopeda, un terapeuta ocupacional, un neuropsicólogo y una monitora, como el resto de usuarios 35 en total.
Según explica la directora de la Unidad de Estancia Diurna Docea, Maribel Martínez, Laura está respondiendo” muy bien a estímulos”, si bien, aunque comprende la euforia de los padres, pide cautela, ya que las lesiones cerebrales son muy complicadas. No obstante, Laura conoce a todo el mundo, asiente con la cabeza cuando le preguntan, es capaz de leer, pero no puede hablar aún, ya que se lo impide una traqueotomía. Pero sus ojos y su risa lo dicen todo. Incluso se sonroja cuando sus monitoras le enseñan fotos de ‘chicos guapos’. “Está recibiendo los mejores estímulos”, bromean.
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