No solo encontramos iluminados en la actualidad, sino que esta figura, también conocida como alumbrados, ya apareció en el Renacimiento.
Los iluminados formaron parte de un movimiento religioso español en forma de secta mística. Fue perseguida por la Santa Inquisición por considerarse personas que niegan algunos de los dogmas establecidos por la religión (herética).
Esos lumbreras se caracterizaban, entre otros aspectos, por sus continuas visiones de la Virgen, de Jesucristo, de los ángeles y de las ánimas del Purgatorio.
En la capital, el clérigo Gaspar Lucas, prior de San Bartolomé, busca acercarse a las mujeres beatas del lugar. Le practicaba exorcismos, le inculcaba desviaciones doctrinales y gozaba de ellas.
Lógicamente, la Santa Inquisición lo tuvo en cuenta y en el Archivo Histórico Nacional existen hasta tres relaciones de la Inquisición de Córdoba que trata esta cuestión.
El abuelo Lucas escuchaba, entusiasmado, la conferencia pronunciada en algún lugar secreto de la capital. Todo un enigma que fue desgranando el ponente en una sala con escasa luz y apenas dos docenas de almas, muchos de ellos encapuchados.
Según Manuel Fernández Espinosa, Gaspar Lucas embaucaba a las mujeres que fingían experiencias místicas, desde la simulación de posesión diabólica hasta las visiones celestiales. Todo ello para que fueran consideradas santas y, en no pocas ocasiones, para lograr favor sexual de su mentor.
También hubo hombres, como Pedro Roma, Cristóbal Moreno y Miguel de Muela, todos ellos, zapateros de profesión.
La reunión concluyó, cada asistente, sin trasladar palabra alguna, se encaminó hacia su lugar de origen, mientras que el abuelo Lucas, aún obnubilado, dirigió sus largas zancadas a un espacio más abierto, donde la brisa se convirtiera en protagonista de la noche.
Entiendo que se trata de un período de la historia de Jaén, pero qué sentido tiene en nuestros días, eran las palabras que le llegaban a la testa.
Los iluminados es un término, en la contemporaneidad, aplicado a aquellas personas que se consideran con unos ideales avanzados, pero el diccionario de la lengua española lo define como el seguidor de una secta secreta fundada en el siglo XVIII, considerada herética, que propugnaba un sistema moral contrario al orden existente en religión, propiedad y familia, e imponía a sus miembros obediencia ciega.
Todo esto me suena…
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