El agua que ha caído estos días en Jaén traía todavía el aroma a la victoria ante el Barcelona en el Olivo Arena el pasado martes. Era como mirar por el cristal de una ventana y continuar recreándose en un partido histórico ante los azulgranas que no se quiere ir de la memoria de los aficionados al fútbol sala. Pero en eso de recordar no se puede estar toda una vida y así pareció la puesta en escena del Jaén Paraíso Interior ante el Viña Albali Valdepeñas. Eso de ganarle al Barcelona da mucho, pero no te asegura nada más que tres puntos porque el resto hay que ganárselo partido a partido y hasta que la bocina suene.
En el Virgen de la Cabeza de Valdepeñas, los amarillos no tardaron en comparecer con varias acciones de peligro desde el inicio del partido después de que Nem evitara un tanto de los locales que si encontraron el marco desguarnecido tras robar un balón y con Espíndola en modo ataque. Bynho hizo el 1-0 y ahí se empezó a deteriorar la confianza del Jaén Paraíso Interior. Ese esa fase por la que pasa el equipo de Dani Rodríguez cuando encaja un tanto. Los locales tenían el control y eso les dio el 2-0 en el minuto 11 de partido cuando Martel sorprendía a Espíndola. Tocaba remar y mucho para los jiennenses que comenzaron a despertar por mediación de Mati Rosa, pero el marcador no se movió hasta el final del primer tiempo.
La reanudación trajo un Jaén Paraíso Interior completamente diferente. Incisivo, con pegada, con estilo arrollador y con la intención de no querer dar por perdido un partido para el que necesitaba un tanto para meterse en la lucha por ganar. Dani Zurdo abrió la puerta a la esperanza en el minuto 25. Quedaba un mundo pero la acumulación de faltas en los amarillos sería un condicionante para la suerte final. La velocidad del encuentro era vertiginosa pero los goles no llegaban hasta que en el minuto 34 un penalti permitió a Solano poner el 3-1 y la tranquilidad en Valdepeñas, que solo duró un minuto porque Dani Zurdo recortaba distancias de nuevo y abría la ventana para poder pescar, al menos un punto, pero el juego de cinco de los jiennenses no fue tan efectivo como otras veces y pudo costarle hasta el cuarto gol en una derrota que deja ahora el liderato a seis puntos de nuevo en manos del Barcelona, pero Jaén sigue tercero, mirando por la ventana si sigue lloviendo para que tan pronto como haya oportunidad y un claro en el cielo volver a dar esos zarpazos de equipo grande que tiene y que en Valdepeñas no fueron suficientes.
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