Lo práctico del Real Jaén se ha convertido en un hecho relevante en los últimos partidos. En casa, mucho más, porque brilla menos en su juego que lejos de La Victoria. El hecho es que parece que muchos le han cogido eso que se dice tranquillo y que ahora obliga a los blancos a exponer otro juego en el terreno de juego cuando es local. Aquello de la presión en el bloque alto parece que se ha difuminado porque los rivales, como ayer lo demostró el Arenas de Armilla, lo esperan y saben que superando los 25 primeros minutos sin agobios tienen mucho ganado.
El Arenas de Armilla llegó a La Victoria con la lección bien aprendida y siendo consciente de que el Real Jaén necesitaba ganar para ponerse segundo. Le esperó y hasta le robó el balón en un partido donde los de Fajardo no tenían en su once inicial a Adrián Paz, cerebro de este equipo sin lugar a dudas. Esa espera y dominio de la pelota motivó que el Real Jaén se atascara más de la cuenta en generar juego y no estuvo tan fino en el empuje inicial. Pero su rival tampoco estuvo fresco de mente para generar oportunidades en una primera parte donde se contaron con la mitad de los dedos de una mano. Un partido plano, sin pasión, sin tensión y sin emoción, que para el Real Jaén no era otra cosa que madurar el encuentro para dar el zarpazo en un duelo largo que aburriera hasta el rival. Y así fue en la primera mitad donde el Real Jaén tuvo la más clara a los 32 minutos de juego, mientras el Arenas de Armilla se acercaba de forma estéril a la portería de Javi Sánchez.
Era como un tirón tras otro, pero no picaba el Arenas a las intentonas de un Real Jaén falto de ideas, que marcaba en fuera de juego y que cuando la tenía a punto no la remataba. Pero el Arenas de Armilla solo se colocaba en el terreno de juego y con eso le bastaba para buscar a David Moreno y Dani Benítez en un ataque que dejaba sustos a medias, más por la incapacidad el Real Jaén de abrir el marcador que por el peligro real de los locales.
El descanso dejó miedos o teorías de otros partidos en la caseta y el Real Jaén salió con más verticalidad en busca de un triunfo que lo aupara al segundo puesto para arrebatárselo al Torre del Mar, para volver a enlazar tres triunfos seguidos y para mirar muy hacia atrás, hasta noviembre, para encontrar el día de la última derrota, que fue en el Juan Manuel Azuaga. No fue una reanudación como la de partidos anteriores y ahí estuvo de nuevo un inicio de quilates del Real Jaén que a los siete minutos y medio de la reanudación se adelantaba en el marcador por mediación de Carlos Fernández, que ha encontrado en La Victoria el lugar donde hacer con el gol su idilio particular. Sensacional el punta blanco, pero no menos que la sensación del partido que fue Óscar Lozano. El motrileño, en un estado de forma y de juego espeluznante de bueno fue el artífice de que lo mejor que pasaba en el terreno de juego llevaba su sello asociado al del goleador ubetense.
Con el 1-0 en el marcador el Real Jaén se puso el cerebro cuando entró el timón de este equipo como es Adrián Paz. Es como meterle la tarjeta de memoria de 100 teras a un ordenador para buscar los patrones adecuados para realizar una tarea y tardar lo menos posible. Con el diez en el campo la historia cambió por completo porque lo de su conexión con Óscar Lozano iba a provocar el 2-0 cuando se filtró un pase y el motrileño ponía un auténtico centro de rosca, estilo David Beckam, que dejó pasar Paz, para que, viniendo desde atrás la enviara a la red Migue García para hacer su primer gol como blanco, como jugador del Real Jaén.
El mazado dejaba al Arenas de Armilla sin argumentos y el Real Jaén se relajaba a partir de entonces. Fue eso de levantar el pie del acelerador para evitar desgaste, mientras el resto de jugadores comenzaba a tomar tono con sus minutos, pero el partido estaba ya más que sentenciado y solo faltaba que el colegiado pitara el final porque el Real Jaén se dio por saciado y el Arenas de Armilla por derribado pese a su buena propuesta.
25 de noviembre
Los de Fajardo son ya segundos de nuevo y están a nueve puntos del líder Torremolinos. Quizás siendo más prácticos, o efectivos, o con menos presión en el bloque alto, pero son segundos en la clasificación porque no pierden desde el pasado 25 de noviembre en Torre del Mar y porque atraviesan la mejor serie de la temporada tras volver a repetir hoy el trío de victorias. Como dice el entrenador tras los números: “Cuando me preguntan si temo por mi puesto solo hay que ver que no perdemos desde hace tiempo y que estamos arriba de nuevo. Este loco que soy yo siempre dijo que esto acaba en mayo o en junio y que todavía se puede alcanzar el camino corto”. Corto o largo, el equipo ha mejorado prestaciones con los nuevos fichajes y ha ganado equilibrio. El estilo, desde luego, es otra cosa.
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