Fue en una procesión que partió desde el templo mayor de la Diócesis de Jaén y culminó en el Camarín. Una tarde fría, pero repleta de emociones cautivó al pueblo de Jaén, que recuerda de esta forma la tarde del 28 de noviembre:
Son muchos los jiennenses los que añoran aquellas salidas desde la Catedral de Jaén, sin embargo otros muchos reconocen que no hay mejor sitio que su casa, el Camarín.