La Policía Nacional ha detenido a 12 personas al desarticular en Úbeda una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de drogas y a la receptación.
Además, se han clausurado dos narcosalas de esta red que extendía su influencia a nivel de consumidores a otras localidades aledañas.
Los detenidos son nueve hombres y tres mujeres, de entre 25 y 55 años, todos ellos con antecedentes por hechos de la misma naturaleza.
Además, en el registro de ocho viviendas se incautaron 620 gramos de cocaína, pequeñas cantidades de marihuana y heroína, 2.600 euros en efectivo, útiles y elementos utilizados para la producción de marihuana, un vehículo con la placa de matrícula falsificada, varios cartuchos de escopeta, diversos aparatos electrónicos y otros objetos, fruto de la comisión de varios robos en la localidad.
A los detenidos también se les acusa de un delito de defraudación del fluido eléctrico. Las investigaciones realizadas por los agentes confirmaron que la misma estaba liderada por uno de los detenidos que sería el que supuestamente abastecía de droga al resto de integrantes de la organización.
En un segundo escalón de la organización estaban los encargados de llevar el control y las ventas directas. Estos cobraban un sueldo que se complementaba con parte de las sustancias con las que traficaban.
En el tercer eslabón de la organización estaban los toxicómanos "comprados" por la organización para la realización de las tareas más expuestas a la detección policial, como eran los traslados de droga desde las denominadas "guarderías" hasta los principales puntos de venta de menudeo de droga. Estos trabajos eran realizados a cambio de ínfimas cantidades de dinero o de la dosis diaria que necesitaban.
Los investigadores confirmaron también que en varias viviendas de la localidad se estaría traficando con sustancias estupefacientes, principalmente cocaína y heroína, además de promover e incitar a los consumidores, a realizar cualquier tipo de delito contra el patrimonio, cuyo fin no era otro que la receptación de estos objetos de procedencia ilícita, como medio de pago de las sustancias demandadas por los toxicómanos.
Estas viviendas, algunas de ellas situadas a menos de 50 metros de parques infantiles, servían de punto de venta al menudeo, utilizándolas como narcosalas para dar cobertura a toxicómanos que querían consumir su dosis en el interior y así evitar ser interceptados por los agentes. Las viviendas encartadas en la presente investigación ya se vieron involucradas en otras operaciones antidroga, si bien continuaban siendo punto de venta.
Las viviendas registradas estaban enganchadas ilegalmente a tomas de luz y agua, según las comprobaciones realizadas por parte de los técnicos de las empresas suministradoras.
La Policía Nacional sigue dando la operación como abierta y no descarta más detenciones.
De las practicadas hasta el momento, solo ha ingresado uno en prisión, mientras que el resto ha quedado en libertad con cargos.
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