Un día histórico para la Hermandad de La Borriquilla de la capital. La Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud entrando en Jerusalén ha sido arropada por centenares de jiennenses, en su traslado desde la parroquia Nuestra Señora de Belén y San Roque a la Catedral, en una tarde de Miércoles de Ceniza en el que ha escrito una “nueva etapa” de su historia cofrade.
Así lo reconoció a VIVA el Hermano Mayor, Antonio Revueltas. “El año pasado celebramos el 75º aniversario fundacional y con la procesión extraordinaria a la Catedral (en octubre) se clausuraron los actos. Presidir el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías nos ha hecho escribir una nueva etapa y nos ha llenado de ilusión”, valoró.
Por primera vez, el traslado de la Imagen tuvo acompañamiento musical. El Trío de Capilla de Jaén acompañó a la Imagen hasta el templo catedralicio. Sobre las andas portadas por 18 hombres del cuerpo de costaleros de la Hermandad, la imagen de Jesús sobre su borriquilla ofreció una estampa cofrade diferente a la de los anteriores Vía Crucis que ha organizado la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad.
El Cristo lució una túnica de terciopelo de color púrpura, donada por la familia González Sánchez y confeccionada por la camarera mayor Juana González. También vistió un mantolín a juego, con tonos similares a los de la túnica, con rayas hebraicas.
En cuanto al exorno floral, sumó orquídeas, iris morado, eryngium, estatice, eucalipto y olivo. La Imagen presidió la Misa de Imposición de la Ceniza, desde el Altar de la Catedral. El obispo de la Diócesis de Jaén, Sebastián Chico, ofició la Eucaristía y recordó que la Cuaresma “es un tiempo totalmente presidido y marcado por el recuerdo de Dios, un tiempo santo, de lucha y de penitencia, de pedir perdón y de liberarse de los pecados”.
Dijo: “Como la Cuaresma, nuestra vida tiene un tiempo definido, un inicio y un final. El signo de la ceniza nos recuerda esta verdad: polvo eres y en polvo te convertirás. Hoy se os llama a convertiros a Dios, de todo corazón, rasgando nuestros corazones, pidiendo al Señor su misericordia, que nos dé un corazón puro”.
Expresó: “La liturgia de este tiempo, los actos de piedad, la oración, la limosna, el ayuno…nos ayudarán para este encuentro”. La Catedral llenó su aforo, que se fue despejando con el inicio del Vía Crucis, con el rezo de la primera estación en el presbiterio.
El consiliario de la Agrupación, Jesús Millán; el vocal de Culto de la Agrupación de Cofradías, Tomás Díaz; y el Vocal de Culto de la Hermandad de La Borriquilla, fueron los encargados de rezar cada una de las catorce estaciones.
La plaza de Santa María aguardaba la salida de la Imagen. No era la primera vez que lo hacía de noche, pues ya en la procesión extraordinaria de octubre de 2022, por el 75º aniversario, se despidió del templo, al que ayer volvió para vivir un momento histórico.
Los jiennenses han vuelto a disfrutar de la Imagen en una noche preparatoria para los cofrades y llena de devoción para los jiennenses. Con un cortejo de más de 60 personas que iluminaron su paso, la Imagen fue arropada por el acompañamiento musical de la agrupación ‘Magnum Ensemble’, de Granada. En el Año de la Juventud, el Vía Crucis sumó la participación de todos los grupos jóvenes, que portaron una Cruz.
El presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Sierra; miembros de la Junta de Gobierno, representantes de las hermandades de Pasión de la ciudad y el obispo, regresaron en Vía Crucis acompañando a Nuestro Padre Jesús de la Salud entrando en Jerusalén hasta su parroquia y sede canónica, donde esperará la llegada del Domingo de Ramos.
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