De Juanito Valderrama dijo José Mercé que era "el cantaor con más conocimiento de la historia" y Serrat lo llamó "el primero de los cantautores". A los casi 20 años de su muerte, un documental en formato de audio viene a paliar los efectos del tiempo y "cuestiones menos musicales" para reinvidicarlo e incluso "descubrirlo".
"Sobre todo para descubrirlo a la gente joven, porque pese a todo es un gran desconocido", lamenta su hijo, el también cantante Juan Valderrama, quien ha ejercido de narrador en esta producción de la plataforma Sonora que refleja cómo "su vida fue una lucha contra todo", incluso en el mundo del flamenco, "que llegó a ser muy injusto con él".
Fue Toni Garrido, viejo conocido de las ondas y ahora responsable creativo de esta plataforma, quien tuvo la idea de que aquel contara la historia de su padre como la contaba "en casa con amigos", aunque detrás haya "una narración muy preparada" y documentada, con imaginación y combinando elementos de la radionovela con "reminiscencias cinematográficas".
Estas reminiscencias llegan al título: "Juanito cogió su sombrero", un juego de palabras entre la imagen más icónica que se conserva del jiennense, siempre cobijado por su sombrero cordobés, y el filme "Johnny cogió su fusil", acostumbrado como el protagonista de ese "western" a la refriega.
"Su vida fue una lucha contra todo, contra el tiempo que le tocó vivir en una España que sufrió una guerra, una dictadura y la transición, una sociedad cambiante y una familia que no quería saber nada de artistas, pero siempre imponiéndose desde la bondad, con nobleza, con su categoría humana", destaca su hijo.
Periodista, además de cantante, afirma que esta faceta siempre ha estado por encima de la relación sanguínea en el documental, especialmente en los últimos capítulos, cuando interviene en primera persona como testigo directo de lo narrado, "manteniendo siempre cierta distancia para no convertirlo en una ñoñería".
La base para su relato ha sido la biografía que escribió Antonio Burgos en 2002, "Mi querida España", que incluía muchas transcripciones de las cintas que quedaron grabadas, pero en la que se echaba en falta un relato más ordenado desde el punto de vista cronológico y datos sobre su faceta más flamenca o sus compañías.
Esos detalles se han rescatado gracias a la investigación del equipo responsable y a entrevistas a figuras como Joan Manuel Serrat, Miguel Poveda, Teresa Berganza, José Mercé o Fosforito ("La gran autoridad hoy del cante, el último de una época", destaca), así como a testimonios de viva voz del propio Juanito Valderrama (1916-2004) rescatados e insertados como un diálogo entre padre e hijo.
"Él siempre dulcificó su historia y yo mismo he descubierto que fue una aventura que parece escrita por Dickens, sobre todo en sus primeras andanzas por el Madrid de 1934, sin apenas saber leer ni escribir", apunta.
Con más de 300 canciones grabadas, siete películas, dos matrimonios, cinco hijos y 60 años de carrera, a su modo de ver la de su progenitor fue una vida más interesante que la de personajes foráneos como Elvis Presley que se tienen "por leyendas". "Este es nuestro roncanrol", defiende.
Señala en ese sentido cómo trazó muy pronto una extensísima discografía flamenca, de la que además en parte él mismo fue creador, y que pese a su juventud se coló en la generación dorada del flamenco, entre Manolo Caracol, Marchena o La Niña de los Peines, antes de empezar a cantar coplas que llevaban su firma, entre ellas la famosísima "El emigrante".
"Eso era algo inédito hasta entonces. Por eso Serrat dijo que era el primer cantautor. Además fue un cantaor eminente al que el flamenco, por cuestiones menos musicales y más de otro tipo, ha tardado mucho en reconocer. Incluso hoy se niega a hacerlo en toda su valía", protesta Valderrama hijo ante un capítulo que aborda "el malditismo" que recayó sobre su generación a partir de los años 60.
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