El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga (tercero del actual mandato) ha puesto en marcha esta semana un canal de WhatsApp y una página web para comunicarse con la ciudadanía y los colectivos de la ciudad y al mismo tiempo reflejar el trabajo diario del grupo municipal que lidera. ¿Se posiciona así para optar a ser cabeza de cartel en 2019?.
Con esta iniciativa, Daniel Pérez pretende también recabar ideas y propuestas, para trasladarlas a la Casona, primero, y en un programa de gobierno, de una candidatura. Aunque no aclara si optará a encabezar el cartel en las próximas municipales, al menos demuestra con trabajo y planificación, estar preparado.
El grupo municipal socialista de la capital se ha propuesto para el actual curso político recuperar la confianza de la ciudadanía y la intención de su portavoz es hacerlo con un trabajo cercano.
En el PSOE son conscientes de que solo con más presencia en los barrios y conociendo los problemas de la ciudad en el sitio podrán llegar a mayo de 2019 con alguna posibilidad.
Daniel Pérez ya dejó claro cuáles son sus prioridades para los próximos meses, e incluso apuntó más allá, cuando pidió una revisión parcial del PGOU para situar a Málaga entre las tres primeras ciudades del país. Claro que debe saber que no está solo y que, tanto en este mandato como en el próximo, deberá también acercarse a los demás grupos y empezar a consensuar compromisos ahora que luego podrían facilitar posibles pactos. También en esos foros se ve el liderazgo, y ese debe ser uno de sus retos.
Mientras, en el partido se debaten entre dos posibles secretarios generales, y será a partir de la elección cuando comiencen a definirse las líneas de trabajo. En este caso, los dos ya candidatos han sido concejales, y por tanto, conocen de primera mano las dificultades de trabajar en la oposición. En el caso de Fuentes, lo vivió en primera persona durante tres años, y sabe de lo que hablamos. Ruiz Espejo, asegura que pedirá una oposición útil y constructiva para preparar una alternativa de gobierno en año y medio.
Lo que sí está claro, que ha empezado la cuenta atrás y no hay mucho tiempo que perder y ha llegado la hora de sincronizar los relojes.
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