La he considerado siempre una de las grandes de la radio y la televisión, un firmamento donde también habitan estrellas como Luis del Olmo, Hermida, Gabilondo, Herrera y Olga Viza, por citar muy rápido. A lo largo de su carrera profesional ha hecho numerosas incursiones en el terreno de los informativos -recuerdo su programa La Mirada Crítica-, pero a mí siempre me ha gustado más en el ámbito de los magacines: por su frescura, su naturalidad, su cercanía. Ha prestado su labor en las mejores emisoras de radio y televisión de este país, que han contado con ella como comunicadora eficaz y sobresaliente. Creo recordar ahora que comenzó en Radio Juventud, emisora de su querida Málaga, y de ahí recaló en Madrid, a principios de los 80, como directora de Informativos de Radio Cadena Española. También fue una ‘chica Hermida’ como Mariló Montero, Nieves Herrero, Irma Soriano y Consuelo Berlanga: chicas jóvenes, guapas y buenas comunicadoras que nos alegraron las mañanas de los 80, conducidas por el inolvidable Hermida, el periodista de maneras tan peculiares como irrepetibles.
Este pasado día 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, María Teresa Campos hacía público lo que ya conocemos: el demonio de la pareja es la convivencia. Había decidido romper su relación sentimental con Bigote Arrocet, una complicada etapa para ambos que ha durado casi seis años.
Kiko Matamoros, tertuliano de la cadena alegre, ha dicho en una de sus intervenciones que el cómico chileno mantenía una relación paralela “con una señora casada de Vallecas”. La expresentadora de ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ no lo ha pasado bien con Bigote Arrocet, que siempre ha estado en el candelabro -Mazagatos dixit- por sus infidelidades y su cuestionado trabajo como empresario. Lástima que una gran profesional como la Campos -como la llaman sus compañeros- se vea envuelta en estos rifirrafes de novela rosa y en otros -¿se acuerdan del docurreality ‘Las Campos’?- que tanto le han perjudicado en su carrera profesional.
“Lo está pasando mal. La televisión no cuenta de momento con ella y con Bigote le ha pasado lo que nos temíamos”, me cuenta un amigo común que la conoce bien. Mamá Campos -con la ayuda de sus hijas- intenta, pues, recuperarse y pasar página del varapalo sufrido. Va a ser verdad -y tan verdad- lo que decía un chileno universal, el poeta Pablo Neruda, que escribió estos versos una maldita noche ahogado por la tristeza: “Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor y es tan largo el olvido”.
Tan corto el amor, tan largo el olvido… Feliz año 2020, querida, admirada María Teresa.
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