La reciente aprobación de la reforma parcial de diversos artículos de las Normas Diocesanas para las Hermandades y Cofradías de Huelva, de 13 de mayo de 2014, y que entrarán en vigor el primer día del próximo año, ha levantado la polémica entre los cofrades onubenses que, en estos días, asisten a interpretaciones sesgadas de dichas normas, dependientes de quienes la lleven a cabo.
Y la polémica surge en torno al artículo 30 que dice: 1. Los cargos de la junta de gobierno concluirán su mandato a los cuatro años de su nombramiento. No obstante, por motivos razonables que juzgará la Autoridad Eclesiástica, los estatutos podrán establecer un mandato de duración inferior. 2. Quien haya ostentado durante dos mandatos consecutivos la presidencia y representación máxima de una hermandad no podrá presentarse a la reelección para este mismo cargo hasta pasado cuatro años con la salvedad de lo previsto en el artículo 46.4 de las presentes Normas. Esta limitación para la reelección en la junta de gobierno no afectará al resto de oficios que compongan la misma.
En definitiva, la Norma ha querido limitar a dos periodos de tiempo -cada uno de ellos de cuatro años- el mandato de quienes sean presidentes o representantes de una hermandad, evitando con ello, como ya ocurre en algunos casos, que una persona se eternice en el puesto y aparezca como amo y señor de dicha hermandad durante un largo periodo de tiempo.
Al mismo tiempo, con la Norma se quiere inyectar nuevas ínfulas en las hermandades, con la llegada de nuevas personas que traerán ideas renovadoras y actualizadas al momento real que se vive. Entre ellas, no cabe duda, que la presencia de la juventud cofrade.
Pues bien, a poco de conocerse el contenido de la reforma efectuada por nuestro Prelado, rápidamente el actual presidente del Consejo General de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Huelva, Antonio González García, ha acudido a sus medios habituales para dar a conocer su decisión de presentarse a la reelección después de llevar mucho tiempo divulgando la noticia de que no podría presentarse debido al cumplimiento del término máximo que daban las Normas.
Y, para ello, hace una interpretación respecto a su primer mandato, llegando a la conclusión de que tiene la posibilidad de presentarse para el puesto que, en definitiva, elegirán los respectivos hermanos mayores de nuestras cofradías cuando sean convocados al efecto, es decir, cuando haya más de un candidato y no se tenga que acudir a la proclamación automática del único candidato presentado al cargo de presidente del Consejo.
El anuncio realizado por el actual presidente ha levantado muchos comentarios en los ambientes cofrades de nuestra ciudad. Para unos, el señor González García ya ha cumplido la duración máxima de su mandato y, por tanto, debe dejar la presidencia del Consejo; para otros, las Normas se dictaron cuando el señor González García ya estaba ejerciendo el cargo y, por tanto, ese primer mandato no está recogido en la normativa emanada de Palacio y, consecuentemente, aún puede optar a otro mandato de cuatro años.
La división de opiniones es clarísima y los cofrades se van decantado hacia un lado y hacia otro, abriéndose una grieta que puede llegar a ser peligrosa. Por eso sería conveniente que desde el Obispado se dé una interpretación clara y precisa sobre este Decreto Episcopal y no se deje pasar el tiempo para que, cuando llegue el nuevo pastor, se encuentre con esta patata caliente que puede surgir en las próximas semanas.
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