La puntería no debe enturbiar el buen hacer del equipo. El Recreativo ha cosechado dos empates consecutivos que, si habláramos de “justicia” en el fútbol (algo inexistente), deberían haber contado por victorias: ocasiones, buen juego a rachas y un sistema defensivo que mejora a día a día. Pero como una vez dijo alguien, esto del fútbol va de meter la pelotita. Lo que pocas veces se habla es del camino para conseguirlo, y aunque todos son válidos, a mí me está gustando mucho cómo lo hace el Decano de Alberto Monteagudo.
Antes de deleitarme en piropos me gusta incidir en lo que tiene más margen de mejora. A veces la circulación del balón falla en exceso. El centro del campo prefiere el pase rápido o en su defecto, apostar por el pelotazo de Morcillo hacia los jugadores más ofensivos, dejando en el olvido muchas veces la creación más pausada. Una verticalidad que no está mal, porque realmente nos funciona: acabamos generando ocasiones con la velocidad de Isi Ros, los desmarques de ruptura de Chuli o la inteligencia posicional de Carlos Martínez. En las primeras jornadas, si alguien se dedicaba a dar una pequeña pausa (siempre pensando en perforar defensas) era Alberto Quiles, y quizás por eso resaltó sobre el resto. Además, esa precipitación en jugar el balón rápido nos está llevando a perder algunos balones en zonas que no deberíamos, y por consiguiente, se crea una ocasión para el rival.
Pero es que creo que todo es eso. Eso y la puntería. El Recre genera ocasiones precisamente por lo vertical que es, da sensación de peligro constante porque con unas zancadas de los extremos se puede crear algo y además, cada día mejora en aspectos defensivos. Se ha demostrado que Alberto Monteagudo sabe gratificar los buenos estados de forma y más con continuidad, por lo que la competencia en cada entrenamiento es alta y eso lleva a mejorar individualmente a todos. Tenemos jugadores expertos en balón parado (Nano, Carlos Martínez, Víctor Barroso), jugadores rápidos, otros más técnicos. Pero lo más importante es que hasta el día de hoy se ve implicación máxima de los que juegan. Quizás falte algo de regularidad, pero tampoco me importa demasiado pues esta categoría es tan compleja que cualquier equipo puede hacerte daño.
A día de hoy la verdad es que estoy muy contento con el equipo. Está claro que los resultados siempre marcan la tendencia positiva o negativa, pero tengo claro que estamos más cerca de conseguir un buen objetivo que de llevarnos un fiasco. De momento no nos queda más que volver a la senda de las victorias ante un potente rival como es el Marbella. ¡Seguimos!
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