Han sido muchos los cantantes y cantaores que han entonado - y bien- eso de “Qué mala memoria tienes, prima ,pero qué mala memoria y tú no te acuerdas de nada y él que se acuerda soy yo”. El mejor ha sido el indiscutible y maravilloso hijo de Utrera Tomás de Perrate, de la saga cantaora de los Perrate.
En el avión que transporta a Rabat, Tánger o Tetuán y a las visitas del antiguo Protectorado español de Marruecos, al presidente de la Junta y a su escogido séquito le tenían que tener dispuesta y preparada para todo el trayecto - para la ida y para la vuelta- como música de acompañamiento esta copla flamenca - también bolero de Machín- de forma ininterrumpida . ¡Que mala memoria!
Rafael Hernando, Teofila Martínez, Esperanza Oña, Javier Arenas y cualquier notable miembro del Partido Popular que tenga algo de rimbombancia e historia conocerán las invectivas que recibieron Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz en sus viajes a Marruecos. La ristra de ataques no tiene fin. Que había que ir a Bruselas antes que a Marruecos, que no podía haber 17 políticas exteriores en España, que iban a rendir pleitesía a un rey que maltrata a los pescadores andaluces”, que Marruecos enfriaba relaciones por culpa del parlamento andaluz, que los presidentes viajaban para desgastar a Aznar, que viajaban a Marruecos para huir del control del parlamento andaluz, que se gastaban el dinero de los andaluces en proyectos en Marruecos, viaje patético que no sirve para normalizar las relaciones con Marruecos.....” ¡Qué mala memoria, pero qué mala memoria!”
Ahora por contra es un viaje prácticamente de Estado, a pesar que se hace habiendo un gobierno en funciones en España. Todo es por el bien de las relaciones económicas y sociales mutuas. Si Chaves viajaba en periodo de Presupuestos Generales del Estado se le increpaba porque su obligación era estar entre Andalucia y Madrid. Ahora, si no hay gobierno decidido en Madrid, no pasa nada. El presidente de la Junta tiene autonomía para viajar donde sea conveniente para los intereses de Andalucía. Nueva política.
¡Oh gran ley del embudo! Lo ancho más ancho para mí, lo estrecho y minúsculo para ti. La falta de seriedad y el descrédito de la política tiene que ver con la falta de seriedad y con la ausencia de rigor. La ley de la conveniencia.
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