El representante de Cepsa en Huelva, José Antonio Agüera, junto con el responsable de protección ambiental de la compañía, Antonio García Sánchez, han presentado este martes la declaración medioambiental de 2018 en la que destaca el compromiso de la multinacional por mantener los items de eficiencia energética por encima de la media y el alejamiento de los límites legales establecidos por la Unión Europea (UE) para la emisión de CO2 y partículas contaminantes, con una inversión de 46,6 millones de euros en Huelva en el pasado año.
Esta inversión --con un aumento del 18 por ciento respecto al año anterior-- se destinó a proyectos de mejora de eficiencia energética, reducción de emisiones atmosféricas y tratamiento de efluentes líquidos. Asimismo, la energética ha incrementado el nivel de inversión y gestión ambiental, que asciende a 821 millones de euros desde 1997. Además, Cepsa ha presentando sus declaraciones en su web a la par que ha habilitado una cuenta de correo, comunicacion.huelva@cepsa.com, para dar respuesta a las dudas de los ciudadanos.
Agüera ha destacado durante una rueda de prensa que la declaración medioambiental es "voluntaria" y supone "ser auditados a final de año" para controlar el cumplimiento de los requisitos ambientales que la propia compañía se ha impuesto con la pertenencia al reglamento Eco-Management and Audit Scheme (EMAS) o Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría, que es una normativa voluntaria de la UE que reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) con un compromiso de mejora continua. Todo ello además de contar con otros certificados de calidad como la norma ISO.
Así, en el ejercicio pasado ambos centros han cumplido con todos los requisitos establecidos en sus respectivas Autorizaciones Ambientales Integradas (AAI) otorgadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y han situado sus valores muy por debajo de los límites legales establecidos.
En la actualidad, el factor a nivel de refino en todo el mundo que se mide con los parámetros CO2/KUEDC, "ha pasado de 2.100 a 1.100 toneladas" lo que se traduce en que, "por cada litro de gasolina o combustible similar, Cepsa genera casi un 50 por ciento menos de las emisiones de CO2 que en 1990, año de referencia por el protocolo sobre cambio climático en Kioto (Japón)".
ESTAR ENTRE EL TOP 10 DE EFICIENCIA ENERGÉTICA
De esta forma, la evolución de las refinerías de Cepsa pasó en 2015 a estar entre el 20 por ciento de las mismas" en eficiencia, siendo ahora el objetivo "llegar al percentil diez, y "estar en ese top diez" mundial. "Cuanto más eficiente energéticamente es la planta menos combustible quema y menos contaminantes genera", han apuntado.
Al hilo de ello, Cepsa aspira a situarse entre las plantas más eficientes a nivel de energía, ya que en todos los lugares del mundo no existen los mismos parámetros de presión por cuidar las emisiones contaminantes. Así, la compañía se sitúa entre las más eficientes de Europa, la cual tiene una norma estricta con respecto a otros lugares del planeta con una norma mucho más relajada en materia medioambiental.
De esta forma, según de donde proceda el gasóleo, por ejemplo, dependerá si es un producto obtenido con un consumo elevado de CO2 o no, de ahí la importancia que tiene también el consumidor intermedio y final, además de la empresa extractora y transformadora, en cuanto a la compra de este producto, tal y como han manifestado los representantes de Cepsa.
Por todo ello, Agüera ha señalado que Cepsa "siempre se sitúa por debajo de los límites". "El ciudadano no van a encontrar un centro como este en ningún lado del mundo y de Europa", ya que en el cumplimiento y en la cantidad de impacto contaminante "estamos a un diez por ciento frente a los límites", es decir "Cepsa podría estar emitiendo un 90 por ciento mas en CO2", y seguiría dentro de los límites legales, ha remarcado.
OBJETIVOS Y RESULTADOS
En cuanto al cumplimiento de los objetivos, el resultado alcanzado fue "muy positivo", llegando la refinería al 97,2 por ciento y la planta química al 99,1 por ciento.
En el caso de la refinería, las concentraciones medias anuales fueron inferiores a los límites fijados en la AAI con valores que van desde un cinco a un 23 por ciento del limite permitido. Con estos datos, la contribución de las emisiones gaseosas a los valores medios de inmisión de contaminantes es marginal respecto a los límites aplicables.
En las emisiones totales de SO2 en función de la cantidad de crudo procesado se ha obtenido 0,24 kilos de SO2 por tonelada de crudo tratado, el valor más bajo de toda la serie histórica, con una reducción desde el año 2000 del 89 por ciento. Además, la calidad del vertido ha experimentado una importante mejoría desde 1995 con una reducción acumulada del 76 por ciento.
En 2018 la cantidad total de residuos ha sido de más de 21.300 toneladas, "siendo la prioridad la gestión que conlleve el aprovechamiento de forma eficiente". Por ello, "se valorizaron 14.200 toneladas, lo que supone un 67,5 por ciento respecto del total", siendo "el mayor dato anual recogido en la serie histórica".
ÍNDICE DE EFICIENCIA ENERGÉTICA
Con el objetivo de mejorar el índice de eficiencia energética, el 2014 la refinería consiguió la certificación de sus Sistema de Gestión Energética, con el objetivo de fomentar la eficiencia, disminuir las emisiones de gases que provocan el cambio climático, garantizar el cumplimiento de la legislación e incrementar el aprovechamiento de las energías excedentarias. En 2018 el índice de eficiencia energética fue de 83,7, por lo que desde 2010 se ha mejorado la eficiencia en 14,9 unidades.
En los últimos años las especificaciones de azufre de gasóleo y gasolina de automoción han bajado su contenido a 0,001 por ciento y para poder cumplir con ello Cepsa ha invertido en al realización de mejoras y ampliaciones en sus procesos de desulfuración. Estas inversiones permiten reducir la incidencia por emisiones de SO2 de estos productos en las ciudades a través de tubos de escape de los vehículos en general, mejorando la calidad del aire. La compañía ha ido más allá al reducir en 2018 el porcentaje de azufre en estos combustibles entre un35 y un 26 por ciento, respectivamente, respecto a la obligación legal.
Por otra parte, las directrices europeas y españolas marcaban como objetivo para 2018 que un seis por ciento "de la energía presente en el conjunto de nuestras gasolinas y gasóleos provenga del empleo de bio-carburantes". La compañía ha integrado estos biocombustibles en los gasóleos y gasolinas de Cepsa en 2018 ha sido del 6,27 por ciento, un 4,5 por ciento superior ala objetivo establecido.
Las emisiones de partículas en el centro petroquímico de Palos son mínimas, con emisiones de óxidos de nitrógeno por debajo de los límites establecidos. Así la reducción del vertido desde 1998 se cifra en un 92,8 por ciento. En ese periodo se gestionaron 3.325 toneladas de residuos con casi un 21 por ciento destinados a valorización. En cuanto al balance de CO2 dio como resultado un déficit de 675.472 derechos de CO2, debido a que sus instalaciones de cogeneración de energía eléctrica han dejado de recibir derechos gratuitos.
De otro lado, la Fundación Cepsa realizó en 2018 los programas educativos, de investigación y uso público en la Laguna Primera de Palos y el Paraje Natural Marismas del Odiel, donde más de 4.200 personas visitaron estos espacios. Además, se han llevado a cabo convenios para la sostenibilidad, la educación ambiental y el cuidado y puesta en valor del entorno.
Cepsa genera en torno "a 1.000 puestos de trabajo directos", que "se multiplica por dos en empleos indirectos", y en los que la empresa busca la excelencia y profesionales que se asienten en la zona y estén retribuidos adecuadamente".
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